Disputar un torneo es el objetivo de toda preparación deportiva. La esencia misma de la mentalidad de todo deportista es la medición contra sus pares para determinar un ganador. Sin embargo, esta situación puede significar también mucho estrés; ¿cómo afrontar los nervios previos a una competición?
Los nadadores, al igual que muchos otros deportistas, entrenan horas, días, semanas y hasta meses para medir sus fuerzas en una competencia que dura segundos o, en ciertos casos, minutos. Hay mucho trabajo y esfuerzo invertido para que todo salga según lo planeado en esos días.
Claro que esta puesta a punto no solamente incluye el plano físico. Si bien esta arista constituye el porcentaje más grueso del plan de entrenamiento a corto y largo plazo, hay otras facetas que no pueden obviarse, como la alimentación, el descanso y la preparación mental.
Con respecto a esto último, una misión muy importante de quienes acompañan al nadador en sus entrenamientos es formarlo para soportar presiones. La relevancia de este punto radica en el hecho de que los nervios previos a una competición pueden arruinar largos meses de trabajo.
Influencia de los nervios en el rendimiento deportivo
Si un deportista está nervioso antes de competir, las probabilidades de que haya desarreglos en su rutina normal aumentan significativamente. Una de las necesidades que más se ve afectada por este estado de ansiedad es el descanso; suele pasar que los nervios impidan un correcto reposo en los días anteriores a una cita deportiva.
Asimismo, la alimentación también puede verse afectada. Hay deportistas que, abrumados por la presión o la ansiedad, padecen falta de apetito y hasta dolores de estómago o indisposiciones gástricas en esta fase.
Finalmente, en lo que respecta a lo deportivo, no se puede soslayar que los nervios siempre irán en contra del rendimiento de un nadador. Primero, porque la tensión puede limitar la flexibilidad muscular y, como consecuencia, conducir a lesiones que estropearían toda chance de éxito.
Por otro lado, muchos atletas se ven tan afectados por el nerviosismo que pierden la concentración, cometen errores y se ven incapaces de superar adversidades que, en circunstancias de menor envergadura han atravesado sin problemas.
Sugerencias para superar los nervios previos a una competición
De todo lo anterior podemos concluir que los nervios previos a una competición son un gran enemigo para los deportistas, a punto tal de que pueden conducir al fracaso sin importar qué tanto preparación haya existido antes.
Por lo tanto, es imperativo trabajar en la prevención y en la fortaleza mental para evitar la aparición de este enemigo interno. Estas son algunas recomendaciones para lograrlo:
1. Visualizar
La mente humana es tan poderosa que puede convertirse en el motor que impulse al cuerpo a lograr lo que se propone. En otras palabras, si te imaginas una y otra vez nadando como nunca y batiendo tus marcas, será más factible que lo logres.
En cambio, si te invade constantemente la inseguridad y te ves a ti mismo en escenarios negativos, llevando el peso de la derrota incluso desde antes de que se produzca, estarás saboteando tus posibilidades.
2. Sé consciente de tus posibilidades
Más allá de que uno se crea capaz de todo, hay circunstancias que pueden influir al momento de trazar objetivos. Por eso, y con el fin de evitar frustraciones a futuro, es conveniente ser lo más realistas posible.
Si te acabas de recuperar de una lesión, no es lógico que te propongas hacer el mejor tiempo de tu vida. Esto también aplica para los contextos positivos: si observas que tu rendimiento va en ascenso, no dudes en intentar llegar un poco más lejos que la última vez.
3. Relájate
Tomarte unos minutos para hacer algo que te guste —que no suponga una exigencia física— puede ser de gran ayuda. Del mismo modo, también puedes realizar una sesión de yoga o meditación o apelar a ciertos trabajos de respiración profunda. Todo contribuirá a sentirte más tranquilo para comer y descansar mejor.
4. No dejes nada librado al azar
Cuanto más sabemos acerca de un desafío que tenemos por delante, más seguros nos sentimos al afrontarlo. Entonces, es sumamente recomendable que conozcas a tus rivales antes de cada competición. Estudia sus marcas, sus puntos débiles y sus fortalezas. De este modo, tu confianza se verá potenciada y tendrás todo más controlado.
Finalmente, una última recomendación tiene que ver con no ser demasiado exigente con uno mismo. Debes saber que te has esforzado mucho y siempre has dado lo mejor de ti en cada entreno. Eso ya debería ser un logro personal que no se verá arruinado por un mal resultado. La idea es ser la mejor versión de ti mismo y superarte día a día.
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