Todos tenemos virtudes y fortalezas personales. Son aquellas cualidades, capacidades y rasgos positivos de nuestra personalidad que influyen en nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos.
Pero, para poder desarrollar estas potencialidades, primero hay que saber cuáles son. De esta manera, es necesario conocerse muy bien a uno mismo para poder crecer en el ámbito personal, social y profesional.
El éxito se logra mediante el desarrollo de nuestros puntos fuertes, no mediante la eliminación de nuestras debilidades.
¿Qué son las fortalezas personales?
El término de fortalezas personales es un concepto muy importante dentro de la psicología positiva. Esta rama de la psicología, según Martin Seligma, se puede definir como:
El estudio científico de las experiencias positivas, los rasgos individuales positivos, las instituciones que facilitan su desarrollo y los programas que ayudan a mejorar la calidad de vida de los individuos.
Por tanto, la psicología positiva se centra en mejorar la vida de las personas, buscando la felicidad de las mismas, en su propio interior. En este sentido, hay que tener en cuenta que la personalidad está formada por una serie de rasgos. Algunos de ellos están considerados social y culturalmente como negativos y otros como positivos.
Para lograr la satisfacción y el bienestar vital, es necesario centrarse en estos últimos. Es decir, tenemos que intentar potenciar las fortalezas personales, aquellas características que nos definen positivamente y que nos hacen ser mejores personas.
Las 24 fortalezas personales según Peterson y Seligman
Según los psicólogos Christopher Peterson y Martin Seligman, existen 24 fortalezas personales, que se pueden agrupar dentro de 6 virtudes diferentes:
- Fortalezas de la sabiduría y conocimiento:
- Creatividad: originalidad, flexibilidad y fluidez.
- Curiosidad: interés por el mundo, búsqueda de novedad y apertura a vivir diversas experiencias.
- Apertura mental: capacidad de juicio, capacidad de análisis y pensamiento crítico.
- Amor por el saber: predisposición para conocer y aprender.
- Perspectiva: búsqueda del saber, de dar respuesta a preguntas complejas relacionadas con la vida.
- Fortalezas del coraje:
- Valentía: asumir riesgos y enfrentarse a situaciones complicadas.
- Persistencia: perseverancia y diligencia.
- Integridad: autenticidad y honestidad.
- Vitalidad: pasión por la vida, entusiasmo, vigor y energía.
- Fortalezas relacionadas con la humanidad:
- Amor: cuidado, protección y afecto.
- Bondad: amabilidad, altruismo, generosidad y calidez.
- Inteligencia social: inteligencia emocional e interpersonal.
- Fortalezas de la justicia:
- Civismo: participación ciudadana o responsabilidad social, lealtad y trabajo en equipo.
- Imparcialidad: juicio y equidad en base a valores morales.
- Liderazgo: capacidad de influencia, toma de decisiones y ayuda.
- Fortalezas de la templanza:
- Clemencia y misericordia: tolerancia, benevolencia, compasión y capacidad de perdonar.
- Humildad: modestia.
- Prudencia: visión de futuro y predisposición por alcanzar las metas u objetivos personales.
- Autorregulación: autocontrol, gestión de los propios comportamientos, sentimientos y emociones.
- Fortalezas vinculadas a la trascendencia:
- Apreciación de la belleza y la excelencia: capacidad de asombro, admiración y elevación.
- Gratitud: agradecimiento y alegría.
- Esperanza: optimismo y proyección y orientación hacia el futuro.
- Sentido del humor: reconocimiento lúdico, disfrute risueño y capacidad para hacer reír.
- Espiritualidad: sentido de propósito, fe y religiosidad.
¿Cómo identificarlas?
Ahora que ya conoces cuáles son las fortalezas personales es imprescindible saber identificarlas. Para ello es necesario realizar un complejo ejercicio de autoconocimiento. Es decir, hay que reflexionar con calma sobre nosotros mismos y sobre nuestra personalidad.
Para ello, podemos utilizar instrumentos psicométricos creados para dicho fin. Uno de ellos es el llamado VIA-IS (Values in Action Inventory of Strengths), que fue diseñado por Christopher Peterson y Martin Seligman en 2004.
Este cuestionario se compone de 240 ítems, que evalúan las 24 fortalezas personales existentes (10 ítems por cada fortaleza). Los resultados obtenidos nos permiten detectar cuáles nuestras potencialidades para así poder desarrollarlas.
De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo.
-William Shakespeare-
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