El liderazgo no está hecho para todo el mundo. Para actuar como un buen líder es necesario poseer una serie de características personales que hacen que uno destaque dentro de un grupo. Se trata de conseguir influir sobre los demás sin recurrir a la agresividad y sin ejercer presión por estar en una posición de superioridad.
El desafío del liderazgo es ser fuerte pero no grosero, amable, pero no débil, reflexivo pero no perezoso, confiado pero no arrogante, humilde pero no tímido, orgulloso pero no arrogante, tener humor pero no parecer necio.
-Jim Rohn-
¿Qué es el liderazgo?
Según Robbins, Koontz y Weihrich, el liderazgo es la capacidad de influir en los miembros de un grupo para que estos se esfuercen, de forma voluntaria y mostrando entusiasmo, al realizar una tarea común.
Por tanto, se puede decir que un líder es una persona que influye en los demás y los orienta para lograr un objetivo específico. Pero hay que tener en cuenta que dicha influencia no está determinada por la posición jerárquica que se ocupa. Uno puede ser jefe de una empresa o capitán de un equipo, pero no ser un líder.
Es así porque el jefe o capitán hace uso de su posición de superioridad y autoridad para ejercer poder. En cambio, un líder influye en el comportamiento de otras personas por poseer unas características concretas que le hacen diferenciarse del resto de los miembros del grupo.
El liderazgo es el arte de conseguir que alguien haga algo que quieres porque él quiere hacerlo.
-Dwight D. Eisenhower-
Características de un buen líder
Una persona debe reunir una serie de características para actuar como buen líder. A continuación, vamos a hablar brevemente de algunas de ellas.
1. Iniciativa
En este aspecto nos referimos a la capacidad para iniciar acciones necesarias para alcanzar un objetivo específico. Es una tarea para la que resulta imprescindible ser constante y persistente.
2. Humildad
Se trata de ser realista y poco prepotente, algo que los demás perciben como muy positivo. Para ello, hay saber:
- Reconocer los propios errores.
- Reconocer los aciertos de los otros.
- Aceptar las limitaciones.
- Escuchar de forma activa.
- Pedir consejo y ayuda.
3. Habilidades comunicativas de un buen líder
Es la capacidad para expresar los propios pensamientos, ideas y opiniones de forma asertiva. Es decir, se trata de comunicarse de manera directa, firme, honesta y educada, respetando los derechos de uno mismo y de los demás.
4. Habilidades para negociar
Un buen líder debe tener la capacidad para gestionar un conflicto de forma adecuada y actuar como moderador. Debe saber convencer a los demás y llegando a acuerdos por medio del diálogo y el debate.
5. Alto nivel de inteligencia interpersonal
Para ser un buen líder no solo hay que ser capaz de comunicarse de una manera efectiva y no agresiva. Además de ello, es necesario contar con la capacidad para comprender intenciones, motivaciones y deseos ajenos.
6. Alto nivel de inteligencia intrapersonal
En este caso, hablamos de la capacidad para comprenderse a uno mismo. Se trata de tener un modelo útil y eficaz de uno mismo, que contenga los propios deseos, miedos y capacidades, y de utilizar esta información con eficacia.
7. Un buen líder debe ser visionario
Se trata de tener una visión a largo plazo, manifestando la habilidad de adelantarse a los acontecimientos. Es una cuestión que implica anticiparse a los posibles problemas y detectar las oportunidades antes que los demás.
8. Carisma
Es una habilidad innata para seducir y atraer a las personas. Consiste en entusiasmar a los demás, transmitiendo fe, lealtad, orgullo y confianza en uno mismo y en los objetivos que uno se propone.
9. Un buen líder debe ser realista
Significa estar con los pies en la tierra, tomando decisiones de forma responsable y lógica. Por tanto, se trata de utilizar con equilibrio la emoción y la razón, asumiendo riesgos de una manera prudente.
Un verdadero líder tiene la confianza de estar solo, el coraje de tomar decisiones reflexivas y la compasión de escuchar a las necesidades de otros. No se propone ser líder, pero lo es por la igualdad de sus decisiones y la integridad de su intención.
-Douglas MacArthur-
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