Profesor enseñando a tocar bien la guitarra

Cómo estudiar bien para tocar mejor la guitarra

Para tener un cierto dominio de instrumento musical se requieren, por un lado, conocimientos teóricos y, por otro, llevar a cabo esos conocimientos a través de la práctica. A menudo, las ganas de aprender se pierden porque no avanzamos lo suficiente o porque directamente nos ‘estancamos’. Estructurar correctamente las sesiones de estudio es la clave para progresar y tocar mejor.

Por supuesto, la figura del profesor es igualmente importante, avanzaremos mucho más rápido si tenemos a alguien que nos guíe en nuestro camino. El profesor es clave para detectar y corregir errores.

Pero, si no podemos contar con alguien que nos guíe o queremos intentarlo por nuestra cuenta, tendremos que ser muy ordenados a la hora de trabajar. Si preguntáramos a cualquier guitarrista profesional, nos diría que no hay nada como estudiar bien para tocar mejor la guitarra.

Organizar la sesión de estudio para tocar mejor

Profesor enseñando a tocar mejor la guitarra

Lo peor que podemos hacer a la hora de estudiar es hacerlo sin un planteamiento previo. Si dedicamos todo el tiempo a tocar esa pieza que nos gusta y que no nos sale, lo más probable es que no lleguemos a conseguirlo. Y lo peor de todo es que si no logramos alcanzar ciertos objetivos nos desanimaremos y dejaremos de tocar.

Antes de entrar en materia, debemos tener claro que tener cierto dominio de un instrumento no se consigue de un día para otro. Hay que ser pacientes y no ponerse objetivos demasiado ambiciosos. Con la guitarra, como con otras muchas cosas en la vida, lo importante es disfrutar del camino sin pensar en cuándo llegaremos al destino.

Dicho esto, una de las mejores formas de organizar la sesión de estudio es dividirla en tres partes: calentamiento, trabajo técnico y trabajo musical. Veamos cada una de ellas.

1. Calentamiento

Mano derecha del guitarrista.

Este es un término que, seamos o no deportistas, seguramente conoceremos. Se trata simplemente de calentar los músculos para que la sesión de estudio resulte más efectiva y, por tanto, más productiva.

Empezaremos con el cuerpo, en el caso de los guitarristas, sobre todo, el torso y los brazos. Realizaremos unos movimientos de ‘braceo’ para calentar los músculos de los brazos y hombros. A continuación haremos rotaciones y flexiones laterales del tronco. Esto nos lleva apenas un par de minutos y al acabar podemos estirar un poco.

Ahora ya estamos sentados y dispuestos para empezar a tocar. Es el momento de calentar los ‘músculos pequeños’. Para calentar los músculos de las manos utilizaremos cualquier pieza que toquemos habitualmente y lo hagamos con facilidad. Debemos empezar por cosas tranquilas y no demasiado exigentes técnicamente.

Esta primera parte de la sesión de estudio durará un 15 % del total y se puede solapar con la siguiente puesto que algunos de los ejercicios técnicos se pueden utilizar también para calentar. Es el caso, por ejemplo, de las escalas.

2. Trabajo técnico para tocar mejor

Guitarrista tocando

Es una parte muy importante del estudio porque es la que realmente nos permite tocar cada vez mejor. Sin embargo, a menudo es descuidada por la mayoría de los guitarristas porque es la parte más aburrida y tediosa del estudio. Deberíamos dedicarle en torno al 30 % de la sesión.

En esta parte nos dedicaremos a hacer escalas, arpegios, ligados, traslados, acordes, etc. Los ejercicios técnicos son ejercicios mecánicos muy repetitivos que buscan aumentar la elasticidad de los dedos, la precisión, la fuerza… Generalmente tienen un escaso valor musical, pero no tener que estar demasiado pendientes de las notas que tocamos nos permite centrarnos en otros aspectos.

3. Trabajo musical

Guitarrista practicando para tocar mejor

La última parte del estudio es la orientada a un trabajo más artístico. Sin embargo, también en esta parte hay que tener en cuenta ciertas consideraciones para que nuestro trabajo sea lo más productivo posible. Hemos elaborado una lista de pautas que te ayudarán a estudiar de forma más efectiva:

  • No tocar las piezas desde el principio una y otra vez. Hay que estudiarlas por partes, sobre todo cuando son relativamente largas.
  • Cuando nos equivoquemos no debemos pararnos y corregir, ya que esa corrección no nos servirá de nada y pararnos se convertirá en una costumbre difícil de erradicar.
  • Mucho menos debemos volver a empezar cuando nos equivoquemos, puesto que de esa manera el principio nos saldrá siempre mucho mejor que el final.
  • No hay que obsesionarse con ‘tocar todas las notas’. Hay muchos más aspectos involucrados en la práctica guitarrística y las notas son solo uno de ellos. Una excesiva atención hacia ellas nos hará descuidar otros aspectos.
  • Utiliza el metrónomo, sobre todo las primeras veces que toques una pieza.
  •  Si te equivocas con frecuencia en un determinado pasaje, párate un instante, analízalo y trata de ver qué es lo que falla para buscar posibles soluciones.

En definitiva, debes ser exigente pero consciente de tus limitaciones, perseverante pero ordenado y, sobre todo, has de ser muy paciente. Si sigues estas indicaciones y te acostumbras a trabajar de manera organizada, podrás disfrutar de tu afición durante largos años.

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