Cuando llegan los grandes eventos deportivos, los mejores atletas de todo el mundo se congregan para medirse entre sí. Ante su gran demostración de talento, destreza y fortaleza, el mundo queda maravillado y se reconoce el trabajo incansable que ellos realizan cada día. El centro de alto rendimiento es el lugar donde estas estrellas mundiales se forman.
En pocas palabras, un centro de alto rendimiento deportivo —comúnmente llamados CAR— es una institución comúnmente sostenida por el Estado en la que los mejores deportistas de un país o de una región realizan su formación y preparación.
Como dijimos, estos lugares suelen robarse las miradas ante los grandes eventos y logros de los deportistas; sin embargo, su trabajo es diario y se enfoca hasta en los detalles más pequeños.
Centro de alto rendimiento: fábrica de deportistas de primer nivel
La misión principal de estos establecimientos es la de brindar a los deportistas toda la infraestructura que demanda su preparación para las competencias. Esto incluye no solo el equipamiento y los espacios de trabajo, sino también el apoyo de profesionales de diferentes áreas y hasta la alimentación y el hospedaje, para quienes llegan desde otras ciudades.
Por lo tanto, se trata de instituciones altamente especializadas. Generalmente, se destinan recursos a los deportes que no obtienen apoyo prioritario de parte de clubes o privados, como sí lo son el fútbol, baloncesto, tenis o rugby.
Los CAR en España
Desde la realización de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, han prosperado en el país varios centros de este tipo. Se dividen en tres categorías, según el tipo de soporte que ofrezcan a los deportistas:
- Centro de alto rendimiento deportivo (CARD).
- Centro de tecnificación deportiva.
- Centros especializados.
Todas estas instituciones apuntan tanto a formar a los deportistas jóvenes como a proveer a los deportistas de élite de la actualidad con todo lo que necesitan para desarrollar su actividad.
En España, estos centros dependen de la Secretaría de Deportes. Actualmente, los cuatro de mayor importancia están ubicados en Madrid, San Cugat del Vallés, León y Sierra Nevada. También hay centros especializados en Mallorca, Sevilla, Granada y Santander.
Por supuesto, cuentan entre sus diversas disciplinas con el atletismo y la natación, dos epicentros de la actividad olímpica. Entre los muchísimos deportistas que han salido de los CAR, se destaca Mireia Belmonte, la nadadora más importante de la historia de España.
La rutina de los nadadores profesionales
En un centro de alto rendimiento se realizan diversas actividades que tienen como meta la potenciación de los deportistas en sus disciplinas. Los nadadores encuentran en estos sitios las instalaciones ideales para cumplir con los diferentes aspectos de su preparación.
Por supuesto, lo primero que tienen a su disposición son las piscinas olímpicas. En ellas, pueden realizar trabajos de técnica, resistencia, velocidad, entre otras habilidades que necesiten potenciar.
Asimismo, también cuentan con gimnasios, donde se llevan a cabo rutinas de fuerza que favorecen el rendimiento del deportista en el agua. Entre estos ejercicios, se destacan, por ejemplo, el press de hombros, la prensa de piernas, los abdominales y espinales para fortalecer la zona media y los distintos tipos de remo, para trabajar la espalda.
La arista psicológica no puede dejarse de lado. Los nadadores profesionales requieren de una preparación mental que les permita sostener la concentración, sobrellevar los reveses y administrar los nervios. En estas instituciones, se les provee este tipo de apoyo.
Finalmente, en todo centro de alto rendimiento hay vastos espacios al aire libre. En estos lugares, deportistas de todas las disciplinas acuden con sus entrenadores para hacer ejercicios de fondo, potencia y coordinación, entre otros.
Planificación de los trabajos a corto y largo plazo
Cada una de las actividades detalladas previamente conforman la rutina de un nadador profesional. Estos trabajos se planifican de manera diaria, semanal, mensual o hasta anual, dependiendo de varios factores.
Por ejemplo, no será idéntica la programación de un deportista joven, cuyos objetivos seguramente serán a mediano y largo plazo, que la de un nadador de primer nivel, que necesita estar a punto para sus competiciones próximas.
En cuanto a estos últimos, sus rutinas suelen ser extensas y exhaustivas. Algunos nadadores de élite comentan que sus entrenamientos comienzan por la madrugada; casi todos los días, además, realizan un doble o triple turno, con actividades de diferentes tipos (de técnica, fuerza, resistencia o preparación mental, entre otras).
En cualquier caso, la rutina de trabajo de un nadador suele darse bajo el sostén de un centro de rendimiento deportivo. Desde luego, aspectos complementarios —pero no menos importantes— como la alimentación y el descanso también se atienden en estos lugares.
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