Las personas deben aprender a conocerse para saber cuáles son sus fortalezas y limitaciones, para conseguir mejorar sus actitudes y conductas. Por este motivo, hemos elaborado el siguiente artículo sobre el autoconcepto y su importancia para el desarrollo personal.
La consideración que se tiene de uno mismo va a marcar el desarrollo a lo largo de la vida. Por ello, todo el mundo debería intentar crear un autoconcepto positivo y sano.
Un concepto sano de uno mismo implica sentirse valioso, competente y muy seguro. Este sistema de actitudes es aprendido
–Paz Torrabadella–
El autoconcepto
El autoconcepto es un constructo psíquico que determina la identidad de un individuo. Es decir, se puede definir como la percepción que una persona tiene de sí misma en cuanto a sus características físicas, cognitivas, sociales, afectivas, etc.El psicólogo Carl Rogers afirma que el autoconcepto se compone de tres elementos:
- La imagen de uno mismo: la forma en que uno se ve a sí mismo, la cual no tiene por qué corresponderse con la realidad.
- La autoestima: la valoración que uno tiene de sí mismo.
- El yo ideal: se trata de cómo a uno le gustaría ser.
El autonconcepto va variando a lo largo de los años, se va desarrollando con el tiempo, debido a la influencia de las vivencias personales, las interacciones sociales y los aspectos cognitivos.
Todos los seres humanos ideamos algún mecanismo que nos permite, al despertarnos cada mañana, estar seguros de que somos la misma persona que se fue a dormir la noche anterior
–Gordon W. Allport–
Áreas del autoconcepto
El autoconcepto se puede dividir en varios ámbitos específicos:- Físico: la autopercepción de la apariencia corporal y de las habilidades para realizar actividades físicas.
- Académico: la imagen que uno tiene como estudiante. Implica las experiencias, éxitos, fracasos y resultados académicos en la etapa educativa.
- Social: las habilidades sociales que uno cree que tiene. Es decir, las capacidades para solucionar conflictos, adaptarse al entorno, respetar a los demás, etc.
- Personal: la percepción de la propia identidad en cuanto a su responsabilidad, autocontrol y autonomía.
- Emocional: la autopercepción sobre el bienestar personal, la seguridad, la aceptación, la satisfacción y la confianza en uno mismo.
Formación del autoconcepto
El autoconcepto no es innato, es decir, no se nace con él. Las personas, a medida que pasa el tiempo, van creando su propia imagen e identidad.De hecho, se considera que existen cuatro factores importantes para la formación del autoconcepto:
- Las valoraciones, comentarios y opiniones ajenas. Es decir, los juicios de otras personas sobre el comportamiento y las actitudes de uno mismo.
- El feedback que una persona recibe de su propio desempeño. Está marcado por las experiencias personales y sociales, en relación con los éxitos y los fracasos.
- La comparación que uno mismo hace entre sí y otras personas a las que considera como iguales o como modelos sociales.
- La cultura en la que se desarrolla y crece la persona. Es decir, la propia evaluación del comportamiento en función las normas y los valores sociales. En este sentido, también puede llegar a influir la ideología y la religión.
¿Por qué es tan importante la imagen propia?
Tener un buen autoconcepto es esencial para conseguir un desarrollo personal óptimo.Este constructo es de gran relevancia en el proceso comportamental humano. Así, según Firestone, dicha percepción propia es la que lleva a la creación de una especie de voz interna que determina los pensamientos, sentimientos y actitudes.
Asimismo, el autoconcepto influye en el modo como una persona se percibe y valora a sí misma y a su entorno próximo. Por tanto, quien no logra aceptarse, difícilmente aceptará a los demás.
En definitiva, el autoconcepto está muy presente en el día a día, en la vida cotidiana, en cada acción y decisión que se toma. Por ello, en necesario cuidarse y quererse a uno mismo.
Y recuerda la siguiente frase:
La relación más importante que jamás tendrás es la relación contigo mismo
–Steve Maraboli–