Medidas de seguridad en la natación en aguas abiertas

Medidas de seguridad en la natación en aguas abiertas

Hacer deporte en ambientes cien por cien naturales es, sin dudas, algo muy gratificante para los amantes de la naturaleza y la adrenalina. Sin embargo, la prudencia es una cualidad que no puede faltar en estos casos. Aquí te presentamos algunas medidas de seguridad en la natación en aguas abiertas.

Así como las diferentes modalidades competitivas en piscinas, la natación en aguas abiertas es realmente una pasión para muchas personas. A simple vista podemos observar que se trata de una alternativa deportiva muy exigente.

Las inclemencias climáticas, que incluyen el viento, la temperatura del ambiente y del agua, el oleaje y hasta el sol, influyen directamente sobre el rendimiento del deportista y pueden complicar su actuación en el agua de gran manera.

Aspectos básicos de la natación en aguas abiertas

Deportista nadando en aguas abiertas

Nadar en un río o en un mar dista bastante de hacerlo en una piscina, donde las condiciones están controladas. Por ejemplo, en el mar la densidad del agua es mayor, por lo que es más facil flotar y el nadador puede dedicar sus recursos a propulsarse en el agua.

También varían algunas cuestiones técnicas. Por ejemplo, las brazadas son más largas y se suele respirar al sacar la cabeza hacia ambos lados para no perder referencia de la dirección hacia la cual se avanza. Sin embargo, hay situaciones en las que las olas obligan a respirar en una sola dirección.

De igual modo, la corriente y el oleaje son otros factores que siempre se deben tener en cuenta. Y esto debe hacerse no solo pensando en usarlos a favor del nadador, sino también por cuestiones de seguridad en la natación en aguas abiertas que describiremos a continuación.

Recomendaciones de seguridad en la natación en aguas abiertas

En primer lugar, nunca hemos de salir a nadar a un lago, río o mar sin compañía. A diferencia de las piscinas, donde siempre contamos con la asistencia de un socorrista, puede que en estos sitios no haya nadie que pueda o esté capacitado para ayudarnos en una emergencia. Partiendo desde esta cuestión básica, otras claves que debemos tener en mente son:

Llevar una boya de seguridad

Se trata de un elemento específicamente diseñado para nadadores de aguas abiertas. Flotan, son de colores llamativos y hasta permiten guardar elementos en su interior. Todo esto es de gran importancia para un nadador en una situación imprevista.

Nadador en aguas abiertas

 

Aumenta la exigencia de forma progresiva

No debes lanzarte a hacer la mayor cantidad de metros o kilómetros desde tu primera salida. Por el contrario, comienza con distancias controlables para ir aumentando tu estado físico de forma segura.

Además, contar con un instructor especializado podría ser de mucha ayuda para mejorar la técnica y adaptar tus sesiones a tus objetivos y posibilidades. Cuanto más eficientes sean los movimientos que realices, menos te cansarás. Esto se traduce en mejor rendimiento y menos probabilidades de sufrir calambres o lesiones.

Asegúrate de alejarte de las embarcaciones

En muchos cursos de agua es habitual que circulen embarcaciones motorizadas. Esto es algo que debes tener totalmente en cuenta antes de lanzarte a hacer natación en aguas abiertas.

Hay algunas ciudades que han implementado carriles exclusivos para nadadores, lo que representa una medida de seguridad muy importante para evitar accidentes. Asesórate al respecto y, de no existir uno, procura hacerte visible utilizando una boya, un traje de colores fuertes y, preferiblemente, con una persona que te acompañe en un bote o kayak cerca tuyo.

Mujer lanzándose al agua

 

Aprende medidas de primeros auxilios

Para prevenir ahogamientos, es fundamental conocer técnicas de primeros auxilios para aplicarlas en caso de emergencias. En este sentido, maniobras de reanimación como las técnicas de RCP pueden salvar vidas en situaciones críticas.

Muchas veces se desestiman estas herramientas por tratarse de nadadores experimentados o sumamente entrenados para estas competencias o entrenamientos. No obstante, nunca sabemos qué circunstancia puede aparecer –como un calambre, dolencia muscular o incluso fallas más serias en otras funciones del organismo– y provocar así una situación de emergencia.

En definitiva, no caben dudas de que nadar acompañado o incluso en grupo es de por sí una medida excelente. Sin embargo, en lo que se refiere a la seguridad en la natación en aguas abiertas, todas las precauciones que podamos tomar son adecuadas.