Cada estilo de natación tiene sus secretos y dificultades. En ese sentido, el famoso ‘pecho’ suele presentar ciertos obstáculos, sobre todo para quienes se inician en este deporte. A continuación, te presentamos algunos consejos para mejorar el estilo braza.
Al igual que en muchos otros deportes, tener una técnica bien pulida es fundamental en la natación. Los motivos son muchos; en primer lugar, porque esto asegura una mayor propulsión y velocidad de nado.
Casi de la mano con lo anterior, tenemos el hecho de que realizar movimientos más eficientes hace que el nadador se canse menos. Por lo tanto, su rendimiento se potencia y la resistencia aumenta, algo muy importante en las competencias de mayor duración.
Consejos para nadar mejor al estilo braza
Ahora bien, ¿cómo podemos mejorar nuestra manera de ejecutar el estilo braza? Desde luego, siempre es aconsejable trabajar con un entrenador. Este profesional podrá aplicar todos sus conocimientos para cerciorarse de que el deportista haga los movimientos adecuados.
Sin embargo, también es bueno que el propio nadador sea consciente de las acciones que debe llevar a cabo en la piscina. De este modo, aumentará su propiocepción e identificará por su cuenta en qué aspectos debe mejorar.
Para evaluar y corregir su técnica y poder así nadar mejor al estilo braza, el deportista debe considerar aspectos como la brazada, la patada y la coordinación. En la siguiente enumeración, haremos mención a cada uno de ellos:
La brazada para nadar pecho
Una de las primeras recomendaciones es que el nadador no debe tener los codos en una posición demasiado retrasada con respecto a sus hombros en el momento de juntar las manos. Se trata de un error común que atenta contra la coordinación de todas las acciones restantes; en este momento, la cabeza se encuentra totalmente por encima de la superficie.
Asimismo, otra cuestión que debe observarse es la de mantener los dedos de las manos cerrados y extender bien brazos y hombros durante la fase de propulsión. En todo este ciclo, nunca los brazos van por detrás de la línea de los hombros, por lo que se suele llamar ‘media brazada’.
La patada, fundamental para nadar mejor el estilo braza
Una de las peculiaridades de este estilo de la natación es que es el único en el que la fuerza de las piernas pesa más sobre la propulsión que el movimiento de los brazos. No obstante, lo que lo vuelve particularmente desafiante es que los movimientos de las extremidades superiores e inferiores no son simultáneos.
Para realizar una patada correcta para la brazada, debemos distinguir claramente tres tiempos: el primero es el de plegar las dos piernas a la vez y llevar los talones a los glúteos. Acto seguido, llevar los pies hacia afuera y, finalmente, ejecutar el tercer tiempo: extender las piernas y juntarlas para lograr la propulsión.
¿Qué equivocaciones se dan con mayor frecuencia? Además de algunos movimientos asimétricos, que son producto de la complejidad de este tipo de patada, también se suelen llevar las rodillas al pecho al flexionar. Tampoco se debe patear con el empeine.
Cómo coordinar para nadar mejor el estilo braza
Mencionamos antes que la coordinación en este estilo es especialmente difícil. Para concretarla correctamente, debemos asegurarnos de seguir el siguiente procedimiento:
- El primer movimiento que debemos realizar es la tracción de los brazos. Es decir, estos pasan de estar extendidos a juntarse por debajo de la línea de los hombros, después de realizar el movimiento circular para la propulsión.
- El segundo paso es la flexión de las piernas, durante la cual los brazos comienzan a volver a su posición de inicio.
- Cuando las piernas se extienden, los brazos también: este alineamiento del cuerpo facilita el empuje que se lleva a cabo con la fuerza de las piernas.
¿Quieres un consejo para pulir esta coordinación y lograr así nadar mejor el estilo braza? Túmbate en el suelo sobre una colchoneta y practica el movimiento, ¡vas a ver que lo dominarás a la perfección en poco tiempo!
Finalmente, lo mejor de este estilo es que la respiración es muy sencilla de realizar. Como la cabeza sale a flote en cada ciclo, el nadador puede optar por respirar con la frecuencia que mejor le resulte. Desde luego, tanto este como los demás puntos pueden sufrir ligeras variaciones según las preferencias y características de cada deportista.
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