La comunicación no violenta crea puentes y facilita cercanías significativas. Es por encima de todo una elección personal para crear entornos más productivos, conectados y empáticos. Asimismo, es importante saber que esta competencia va más allá incluso del simple lenguaje y la comunicación entre dos o más personas.
Autores y expertos en el tema como el mediador y terapeuta Marshall Rosenberg, nos indican que la comunicación no violenta exige en primer lugar un trabajo interno. Es dar forma a un diálogo personal donde reparar autoestimas, despertar valías, ensalzar fortalezas a la vez que humildades.
Solo cuando hemos tomado contacto con nuestro ser interno con autenticidad, seremos capaces de ver a los demás del mismo modo: con respeto. De este modo, emerge ese estilo comunicativo coherente a su vez con nuestros valores, sensible a las necesidades ajenas y lo bastante asertivo para hacer peticiones conscientes y conectar con los demás de modo efectivo.
Estamos sin duda ante un nuevo modo de reinventar nuestras relaciones. Ese donde vale la pena entrenarnos y adquirir adecuadas habilidades que podremos asentar con cursos como el que nos facilita todo un conocedor del tema: Ismael Cala.
«La comunicación no violenta es un lenguaje dinámico que rechaza las generalizaciones y que prefiere las observaciones específicas del momento y del contexto»
-Marshall Rosenberg-
La comunicación no violenta, el lenguaje de la vida que mejora nuestras relaciones
¿De qué manera nos comunicamos con alguien cuando estamos enfadados o decepcionados? ¿Cómo dirigirnos a una persona que está en desacuerdo con nosotros? ¿Cómo hablarle a un niño que está sufriendo una rabieta?
Estas y otras situaciones nos hacen entender algo muy importante a la vez que evidente: las personas estamos hechas de emociones. Más allá de nuestras experiencias, competencias en diversas materias, valías y estudios, están esos universos a veces convulsos que pueden bloquearnos en un momento dado e incluso hacernos perder la calma en el instante menos idóneo.
Controlar, gestionar y poner a nuestro favor las emociones nos facilita el poder comunicarnos con nosotros mismos y con los demás de manera más significativa. De este modo, podremos crear vínculos más exitosos. Es un cambio que merece la pena intentar, porque nada es tan necesario como reinventarnos para a nosotros mismos para reinventar a su vez nuestras realidades.
Las cuatro claves de la comunicación no violenta para mejorar las relaciones
Hay quien señala que la comunicación no violenta es un ideal. Una teoría que no se ve en la práctica, una estrategia del desarrollo persona bienintencionada pero que no se aprecia en la vida real, en nuestros trabajos, en la escuela, en las relaciones personales.
Si bien es cierto que en nuestro día a día siguen habiendo personas que no escuchan, que se guían por prejuicios y que no son capaces de ver más allá de sus propias perspectivas, debemos tener claro un aspecto: los cambios no llegan de un día para otro. Pequeñas variaciones en el día a día promueven los auténticos virajes, esos que nos llevan hasta horizontes más felices y auténticos.
Para favorecer ese cambio debemos reinventarnos y para ello, nada mejor que conocer los componentes de la comunicación no violenta:
- Conciencia. Es la capacidad para entender que la vida debe vivirse desde el respeto y la compasión. Es entender a su vez quienes somos, qué necesidades tenemos y qué necesidades tienen los demás.
- Lenguaje: Ser hábil para comunicar de forma asertiva sabiendo qué palabras facilitan la conexión y cuáles la distancia es esencial para practicar la comunicación no violenta.
- Comunicación. La comunicación va más allá de dar un mensaje. Porque comunicar implica saber escuchar a los demás incluso cuando hay desacuerdos. A su vez, significa también ser capaces de hallar soluciones útiles para todos.
- Influir de manera positiva. Comunicar es también influir sobre los demás pero desde una visión positiva y facilitadora, esa que no se impone, ni incomoda ni hace daño con la palabra.
Lo que puedes conseguir entrenando la comunicación no violenta
Entrenarnos, acercarnos y practicar la comunicación no violenta no solo nos permitirá reinventarnos a nosotros mismos para sentirnos más hábiles en nuestras interacciones cotidianas. Con el curso de Ismael Cala vamos a conseguir también las siguientes dimensiones, esas que integran las raíces de este tipo de comunicación tan valiosa y satisfactoria:
- Aumentar nuestra capacidad para crear una vida más significativa y satisfactoria.
- Conectar empáticamente con uno mismo y con los demás para tener relaciones más respetuosas, felices y productivas.
- Compartir con las personas más experiencias para crecer como seres humanos.
Facilitemos por tanto ese avance en nuestro crecimiento personal y entornemos esa llave: la del lenguaje de la vida, la de la comunicación no violenta.
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