La natación introducida desde edades tempranas suele ser bastante positiva para el desarrollo físico y psicológico de las personas. Sin embargo, aprender a nadar en la edad adulta también puede aportar diversos beneficios, razón por la cual no debes limitarte respecto al tema.
A partir de la edad adulta o la mayoría de edad -18 años en adelante-, se construyen mitos o pensamientos limitantes sobre el aprendizaje, un ejemplo claro se percibe en la natación. Incluso, existe un gran número de personas que afirma que es imposible aprender a nadar siendo adulto.
A pesar de la apreciación anterior, cualquier persona puede aprender a nadar sin importar la edad que tenga. Está claro que los procesos pueden ser diferentes según cada individuo o la edad que posea, pero esto no debe ser un limitante.
Aprender a nadar en la edad adulta
El mito del aprendizaje limitado dentro de la natación en la edad adulta se ha construido por diversos aspectos entre los que sobresale el desconocimiento y la ignorancia. Este ha sido alimentado con el paso del tiempo y se refuerza con el sinfín de beneficios que ofrece la natación desde edades tempranas.
No es un secreto que familiarizarse con el medio acuático desde la niñez es bueno para la salud, pero no puedes volver el tiempo atrás, y evitar el acercamiento en edades adultas es un error que no debes practicar.
En ese orden de ideas, te enseñaremos algunas recomendaciones que puedes poner en marcha para aprender a nadar en la edad adulta. ¡No te las pierdas!
Buscar ayuda profesional
Para encontrar un profesional o una persona con experiencia que te ayude, puedes acudir a una escuela de natación. Allí, pueden asesorarte de manera acorde a lo que estás buscando para que alcances tu objetivo con total tranquilidad.Manifiesta que no sabes nadar y quieres aprender desde las bases, los instructores procederán a realizarte un diagnóstico y diversos test para construir un plan de entrenamiento para ti.
Aprender a nadar de manera empírica también puede ser una solución, pero en muchas ocasiones la falta de pedagogía y elementos de seguridad puede causar un efecto negativo en tu proceso de aprendizaje. Incluso, alejarte de la natación.
Controlar la vergüenza
Es normal sentir vergüenza al no saber nadar, sobre todo al observar a personas que lo realizan con suprema facilidad desde niños. Aunque es natural percibir pena, no es necesario recriminarse por algo que no tuviste la oportunidad de aprender con anterioridad.La recomendación en este sentido es aprender a controlar la vergüenza mientras te acostumbras a asistir a las sesiones de aprendizaje. Cabe aclarar que no todas las personas perciben de la misma manera esta sensación.
Para controlar o despojarse de la vergüenza es oportuno pensar en que no eres el único adulto que no sabe nadar en el lugar. Además, te encuentras en el proceso para aprender y esa es una gran ventaja.
Ser constante
La constancia es un pilar fundamental para aprender a nadar en la edad adulta. No basta únicamente con inscribirse en una escuela de natación; de esta manera, no se conseguirá ningún objetivo.
Aprender una nueva habilidad debe asumirse como otra responsabilidad más. Esto te ayudará a construir un hábito y a ser constante. También, es necesario comprender que las sesiones se programarán de acuerdo a tu calendario, así podrás organizar mejor tu disposición.
Conocer tu percepción frente al agua
Gran parte de las personas no aprende a nadar en la niñez porque no cuenta con la facilidad de una piscina o su acceso al medio acuático es poco usual. A pesar de ello, otro grupo de personas no aprende por miedo al agua.En ese orden de ideas, te aconsejamos conocer cómo son tus sensaciones frente al agua. Si percibes miedo, ansiedad o cualquier otra indicación que te impida realizar el proceso de aprendizaje, puedes acudir donde un psicólogo y exponerle la situación.
Aprender a nadar en la edad adulta: disfruta el proceso
Más allá de los resultados con respecto a la natación, el objetivo de aprender a nadar en la edad adulta se centra en el proceso. Disfruta las sesiones de entrenamiento, los errores, las veces que tragas agua sin intención.Generar pasión y gusto puede hacerte mucho más fáciles las cosas y no lo verás como algo imposible. Respira profundo, deja la vergüenza en casa y lánzate a la aventura. ¡Disfrutarás de la sensación de aprender!