Las redes sociales e Internet han fomentado el fenómeno del aprendizaje autodidacta de la música. La guitarra es quizás el instrumento que las personas más buscan dominar por sí solas. Ciertamente, hay mucha información en Internet pero… ¿es esto suficiente?
En la red encontramos básicamente toda la información que necesitamos. Nos referimos a ejercicios de digitación, acordes, partituras de canciones e incluso tutoriales de expertos. Los trucos más complejos de guitarra se pueden entender; no obstante, las clases presenciales tienen elementos insustituibles.
YouTube: el nuevo maestro de guitarra
Son miles los músicos y profesores que se dedican a mostrarnos los secretos de la guitarra mediante vídeos. La calidad de las clases, los tutoriales y los tutores pueden ser magníficos en YouTube. Canales como ‘Guitarraviva’, ‘Christianvib’ y ‘Miguel Rivera Guitar’ han enseñado a tocar a toda una nueva generación de músicos.Otro aspecto positivo es que podemos aprender de guitarristas de diferentes países, lenguajes, tendencias y con distinta educación. A decir verdad, el aprendizaje autodidacta de la actualidad es mucho más completo e interactivo que en el pasado. Podríamos decir que es casi como acceder a clases a larga distancia.
Lo mejor es que si no entendemos algo, podemos pasar a otro vídeo y listo. Claro que esto no quiere decir que YouTube deba ser nuestra única fuente de aprendizaje musical; de hecho, limitarnos a este medio para aprender a tocar puede tener su efecto contraproducente.
El problema de YouTube y el aprendizaje autodidacta
La libertad que nos aporta Internet es buena, pero con unos límites. Para poder aprovecharla y convertirla en aprendizaje de calidad, debemos tener el criterio para recibir solo lo útil. El problema está en que un aprendiz de guitarra no puede saber qué está bien y qué mal, en lo que a técnica se refiere.Si el practicante es niño, le será más difícil distinguir si lo que está observando es lo correcto. El peor de los resultados: la repetición de errores cometidos por el ‘youtuber’ elegido. Queda claro que las técnicas incorrectas interiorizadas suelen acompañar a los ejecutantes por el resto de su vida.
Añadido a esto, debemos recordar que muchos tutores web no tienen ningún título de enseñanza. Siendo sinceros, incluso la ejecución musical recurre a la pedagogía para desarrollar un mejor aprendizaje. La mayoría de los músicos que hacen tutoriales no están titulados y muchos son autodidactas.
Las ventajas de la enseñanza presencial
Todo lo dicho anteriormente nos hace pensar en los beneficios que obtenemos al tomar clases presenciales de guitarra. Lo primero es que podemos aprender de una persona titulada y preparada para enseñar. Además, las clases particulares permiten que el maestro evalué la ejecución del practicante y aplique correctivos.En pocas palabras, ningún tutor de YouTube podrá saltar de la pantalla y corregir lo que hagamos mal. En el caso de los tutoriales en línea, nosotros somos los alumnos, y también nuestros propios maestros. El inconveniente de este método sigue siendo la falta de experiencia y criterio, así como un exceso de improvisación.
Además, ver clases en un conservatorio o academia nos permite someternos a un programa de estudios. Esta planificación siempre nos permitirá avanzar y subir de nivel progresivamente. Entonces… ¿se puede aprender a tocar de forma autodidacta? La respuesta es sí, pero el resultado no siempre será el mejor.
Los tutoriales online son buenos complementos
Quizás la mejor forma de aprender a tocar guitarra es alternar diversos métodos de aprendizaje. En un principio, lo recomendable es acudir a clases presenciales para conocer las bases del instrumento y su técnica. Una vez que tengamos un conocimiento básico, entonces podremos reforzar nuestra ejecución con mecanismos autodidactas.De esta manera, tendremos el criterio suficiente para saber elegir los tutoriales adecuados. Un método de aprendizaje intermedio pueden ser las clases a larga distancia; es decir, expertos que nos guíen por medio de vídeos en vivo. Este enfoque permite que el maestro corrija cualquier error y realice un seguimiento de nuestra evolución.
En cualquier caso, si no se cuenta con el presupuesto suficiente para pagar una academia o un profesor de música, siempre quedan los recursos de Internet. Al final, la prioridad es que avancemos en nuestra instrucción y no nos quedemos con las ganas. Y, por supuesto, si solo queremos tocar la guitarra por afición, es factible lanzarnos a una enseñanza autodidacta.