Además de ser un ejercicio aeróbico excepcional, el piragüismo es también un trabajo muy bueno para todos los músculos del cuerpo. A continuación, te vamos a detallar cuáles son los músculos más exigidos al realizar esta disciplina y qué beneficios podemos aprovechar con su práctica.
Conocer qué músculos trabajan más al remar puede ser de gran ayuda para entrenarlos de manera específica y fortalecerlos. Así, se podrá no solo rendir más en ensayos y competiciones, sino también prevenir lesiones ligadas a su práctica.
Piragüismo: los músculos más exigidos en esta disciplina
Desde luego, los del tren superior se ubican entre los músculos más exigidos al realizar este deporte. No obstante, merece la pena destacar que las piernas también son importantes, sobre todo en la canoa, donde el palista va arrodillado. En los siguientes apartados, profundizaremos sobre la musculatura que más se esfuerza en el piragüismo:Los brazos
Los movimientos largos y continuos de los brazos demandan un gasto energético altísimo por parte de los tríceps y bíceps, encargados de flexionar y extender los codos, además de una enorme resistencia.Estos músculos, en conjunto con otros que veremos a continuación, son los encargados de generar y transmitir la fuerza a los remos, con los que luego nos impulsaremos en el agua.
Los hombros
Específicamente los músculos supraespinoso y la porción larga del bíceps son los que actúan de manera más importante cuando un palista entra en acción. Estos son de vital importancia en los movimientos de elevación, rotación interna, flexión del codo y supinación de los brazos al mover los remos.
Dado que las articulaciones del hombro y los ligamentos de esta zona están sometidos a un gran esfuerzo al remar, siempre se recomienda fortalecer esta musculatura para prevenir lesiones. Las roturas fibrilares, las afecciones del manguito rotador y las tendinitis son muy comunes en esta disciplina.
Los músculos del tronco, entre los más exigidos en el piragüismo
La musculatura del tronco es fundamental para transmitir la fuerza para impulsar la embarcación a través del agua. En este sentido, los músculos lumbares y los abdominales juegan un papel fundamental en la estabilidad corporal del palista.Si estos, que son de los músculos más exigidos en el piragüismo, no se encuentran en condiciones de soportar el estrés del entrenamiento o la competición, no solo se perderá estabilidad y equilibrio —y, por ende, fuerza— al mover los hombros y brazos, sino que también aumenta considerablemente el riesgo de lesión en la columna vertebral.
En cuanto a los músculos de la espalda, los trapecios y romboides ayudan a conservar la estabilidad de la parte superior del cuerpo, en tanto que los dorsales son fundamentales para empujar y tirar de las palas. Finalmente, también los pectorales se contraen al momento de remar.
Músculos secundarios en la práctica del piragüismo
Aunque los que detallamos previamente son los principales, también las muñecas y las manos cumplen un papel importante al hacer este deporte. Por supuesto, estas entran en acción junto con los antebrazos desde el momento que sujetamos el remo, tarea que se vuelve más difícil y exigente a medida que pasa el tiempo de práctica.Por otro lado, las piernas también son importantes para conservar una buena postura y garantizar la estabilidad y el equilibrio. A diferencia del kayak, en el que el palista va sentado, en la canoa cada deportista va arrodillado, por lo que tener la resistencia suficiente es fundamental para evitar desajustes corporales y mecánicos.
Otros de sus beneficios para el cuerpo
Como dijimos, las consecuencias positivas de la práctica del piragüismo no se limitan únicamente al plano muscular y articular. El piragüismo es también muy bueno para el organismo en general, ya que permite optimizar el funcionamiento de varios de sus sistemas.
Por un lado, es un excelente trabajo cardiovascular. Esto se debe a que el ritmo cardíaco se eleva durante un período de tiempo considerable. Para cumplir con las demandas de oxígeno de todo el cuerpo, el sistema cardiovascular se vuelve más eficiente y mejora sus funciones con el paso del tiempo y los entrenamientos sostenidos.
Además, no se puede dejar de lado que es un deporte que nos exige estar en contacto permanente con la naturaleza. En el contexto de una sociedad que por lo general vive y trabaja entre cuatro paredes, salir a disfrutar del aire libre es una verdadera bocanada de aire fresco.
En primer lugar, esto nos brinda una relajación única, ya que respiramos aire puro y oxigenado y gozamos de la luz del sol y todos sus beneficios. De igual modo, la adrenalina generada por la emoción del deporte, así como las endorfinas que liberamos al realizar actividad física nos llevan a un estado de bienestar tanto profundo como positivo.
Como conclusión, los músculos más exigidos en el piragüismo son los de los brazos, los hombros y el tronco, en el que se incluyen los dorsales, abdominales, lumbares y pectorales. Junto con otros grupos complementarios, todos nos ayudan a realizar esta apasionante actividad. ¿Todavía no has comprobado los enormes beneficios de este deporte?