Y tú, ¿en qué eres bueno? ¿Cuáles son tus competencias y esas habilidades que te distinguen de entre los demás? Uno puede ser sin duda el mejor en su trabajo, sin embargo, hay un aspecto que caracteriza a una buena parte de la población (incluyendo a quienes están en la cima de éxito) y es sin duda el analfabetismo emocional.
Nuestra sociedad es muy hábil haciendo de nosotros adecuados expertos en una serie de materias que hasta no hace mucho, se consideraban esenciales. Hablamos cómo no de disciplinas como la lengua, las matemáticas, los idiomas, la informática, etc. Sin embargo, a día de hoy hay un aspecto que muchas empresas empiezan a valorar.
Así, aspectos como las habilidades sociales, la empatía, la resolución de problemas, la conexión emocional, la capacidad de hacer equipo, de ser asertivos, cercanos y conectados con las necesidades de un contexto, son factores que aportan potencial humano a toda organización.
Aún más, no podemos descuidar el gran impacto que tiene el analfabetismo emocional a nivel personal. No saber desenredar esa madeja de emociones contrapuestas, descuidadas e incluso no entendidas afecta por completo a nuestra calidad de vida. Prevenir por tanto esta falta de competencias a la hora de manejar esos universos emocionales es una estrategia en la que todos deberíamos trabajar a diario.
“El autodominio exige autoconciencia más autorregulación, componentes clave de la inteligencia emocional.”
-Daniel Goleman-
¿Cómo podemos prevenir el analfabetismo emocional?
Cuando Ismael Cala presentó su libro "El analfabeto emocional" hizo una revelación. Él mismo se caracterizó durante bastante tiempo con esta dimensión. Sobre su propio corazón y su mente cargó una “mochila” llena de remordimientos, resentimientos y emociones tóxicas. Piedras del camino que acumuló a lo largo de una extensa etapa y de las que ahora mismo está liberándose a través de un concienzudo trabajo interior.
Por ello, uno de sus grandes propósitos es facilitar a otras personas que emprendan ese mismo camino. Dicha travesía implica no solo darnos la oportunidad de formar parte de su curso de desarrollo personal. Implica aprender esas estrategias que Ismael Cala nos enseñará, no hay duda, pero ante todo lo que se necesita es conciencia, voluntad y apertura hacia el cambio.
Pasar de ser un analfabeto emocional a un buen gestor emocional exige una tarea diaria, implica no descuidarse, se necesita unas gotas de coraje y amor propio para no descuidarnos. Veamos por tanto cómo podemos prevenir el analfabetismo emocional.
Gran parte de las personas no saben qué es la inteligencia emocional
Todos hemos oído hablar de Daniel Goleman, de conceptos como la empatía, el coaching emocional, las inteligencias múltiples, la resiliencia o la asertividad... Sin embargo, en ocasiones todos esos términos quedan en nada sino profundizamos en ellos en primera persona. De ahí, que sea esencial comprender ciertos aspectos:- Una emoción siempre tiene una finalidad y una razón de ser. No hay emociones buenas o malas.
- Quien entienda cada emoción sentida tendrá un mayor dominio sobre sí mismo en cualquier ámbito de la vida.
- Las emociones se aceptan, se comprenden y se manejan para ponerlas a nuestro favor, nunca en nuestra contra.
- La emoción sentida y no comprendida acaba sacando lo peor de nosotros mismos.
- Estamos rodeados de analfabetos emocionales. En nuestra familia, amigos, en el mundo de la empresa y la política abunda este perfil. Debemos aprender a lidiar con ellos.
Conexión interior en el momento presente ¿qué te dicen tus emociones?
A menudo, dejamos la emoción sentida para mañana. Nos incomoda tanto la rabia y la tristeza que las engullimos como esas verduras que tragábamos a la fuerza de niños. Archivamos e intentamos borrar toda experiencia desagradable o dolorosa, porque pensamos que aquello en lo que no se piensa, no existió...Lo creamos o no estas prácticas son las que nos hacen analfabetos emocionales, las que nos convierten en ese niño de tres años enfadado y frustrado que reacciona del peor modo cuando algo no sale tal y como desea.
Un modo de prevenir estas situaciones es aprender a vivir en el momento presente:
- ¿Qué sientes en este mismo momento?
- Clarifica cada sensación, apúntala si la deseas. Desmenuza qué dice tu mente y qué habita en tu corazón.
- Acepta cada emoción sin resistencias.
- Pregúntate qué puedes hacer para cambiar esa realidad interna.
- Maneja tus emociones y transfórmalas. No dejes que la rabia se quede para siempre, no permitas que la tristeza se instale de por vida sin etender qué mensaje desea dejarte.
Conexión emocional interna y externa
Somos seres emocionales que un buen día aprendimos a razonar. Esta frase que puede parecernos algo llamativa es un principio que mantienen neuropsicólogos de referencia como Antonio Damasio. El ser humano es una entidad puramente emocional y sin embargo, seguimos descuidando por completo este universo.- Tener claro ese aspecto te ayudará a entender que cada decisión, reacción y preocupación tiene su origen en ese sustrato. Tus emociones son tu brújula personal por tanto debes esta pendiente en todo de no perder el rumbo y el equilibrio.
- Mantente conectado con tus emociones en todo momento: acepta, regula, maneja. Asimismo, y no menos importante, es esencial que esa brújula esté imantada también sobre las personas que te rodean. Debemos empatizar con quienes nos envuelven, sabiendo escuchar de forma activa, siendo cercanos y siempre asertivos.