Mihaly Csikszentmihalyi, el conocido psicólogo que desarrolló la teoría del flujo, dijo una vez que de entre todas las características del ser humano, la creatividad es la más sublime. Este rasgo excepcional es al fin y al cabo el que nos permite acercarnos y conquistar todos esos objetivos que nos pongamos en la vida.
Todo desafío o encrucijada personal requiere de nosotros respuestas originales, flexibles y altamente creativas. Solo así logramos transformar nuestras realidades para encauzarnos hacia un futuro más satisfactorio y acorde a nuestras expectativas. Ahora bien, es muy posible que en alguna ocasión nos hayamos hecho la siguiente pregunta.
¿Qué hacen las personas creativas para poder responder a las dificultades con ideas tan originales? ¿De dónde sacan esa inspiración y esa innovación en sus actos y pensamientos? Podemos sin duda llegar a creer que cada cual llega ya este mundo con un potencial de creatividad ya predispuesto y limitado. Que es algo genético y que nos viene de fábrica.
Pensar esto es un error. De hecho, este es un aspecto que vamos a comprender mucho mejor en el curso de desarrollo persona de Ismael Cala. Mientras tanto, pensemos en la creatividad como si esta fuera un músculo. Algo que podemos ejercitar a diario, que potenciar con nuevos y originales recursos.
De hecho, el perfil de la persona creativa incluye una serie de competencias basadas en esto mismo: en su habilidad para retarse cada día, para trabajar la agilidad mental, la innovación de ideas y ese pensamiento lateral donde surgen las mejores propuestas.
Veamos por tanto qué define a este tipo de personas.
«La creatividad es simplemente conectar cosas. Cuando le preguntas a las personas creativas cómo hicieron algo, se sienten un poco culpables, porque en realidad no lo hicieron, simplemente vieron algo. Algo que después de algún tiempo, les pareció obvio«.
-Steve Jobs-
El perfil de la persona creativa: enfoque y emociones en una misma dirección
Los expertos en psicología evolutiva siempre nos han dejado claro un interesante aspecto. La creatividad humana surge y evoluciona para mejorar nuestro bienestar social, para resolver dificultades, para crear entornos más felices y armónicos. Por tanto, aquellas personas que conecten mejor con su mundo emocional y sean a su vez altamente empáticas, están en disposición de mostrar un espíritu creativo más elevado.
- Asimismo, también ha podido demostrarse que los perfiles que manejan mejor la frustración, la ansiedad o el estrés, dan respuestas mucho más originales.
- Son personas que disponen de una alta Inteligencia Emocional, que saben autorregularse y superar con efectividad los altibajos del proceso creativo.
- Por otro lado, aspectos como la motivación y la resiliencia son dos dimensiones que dan mayor impulso y resistencia a este tipo de mentes.
- El perfil de la persona creativa responde siempre a alguien hábil a la hora de manejar las emociones y usarlas a su favor. La Inteligencia Emocional nos facilita recursos cognitivos tan útiles como eficaces que incorporar en todo proceso creativo.
Por otro lado, hay un aspecto interesante que señaló el profesor Csikszentmihalyi en su día. La persona creativa es una persona sensible. Son receptivas a las emociones ajenas, a las desigualdades sociales, a todo lo que sucede en su entorno… Sin embargo, esa sensibilidad se combina a su vez con un férreo optimismo y capacidad de superación.
La persona creativa y las creencias innovadoras
Sir Ken Robinson, el célebre educador y comunicador británico define el perfil de las personas creativas de un modo muy especifico. Son figuras capaces de originar ideas nuevas de gran valor e inspiración para el resto. Algo así solo puede partir de una mente con un objetivo muy concreto: la pasión por innovar.
- Un aspecto que descubriremos en el curso de Ismael Cala es que una buena parte de nosotros respondemos de igual modo ante una dificultad. Tenemos potencial para dar respuestas más originales sin embargo, nos han hecho cautivos de ideas preconcebidas y creencias obsoletas que limitan todo nuestro potencial.
- El acto creativo exige derribar cada una de esas creencias en desuso, las mismas que dificultan el proceso de innovación y originalidad.
- Los insights creativos no surgen de un sustrato donde siempre crece lo mismo, donde no hay flexibilidad, curiosidad o necesidad de desafío y alta motivación.
- Debemos desafiar no solo todo aquello preconcebido que nos envuelve. Debemos ser capaces a su vez de jugar con los extremos, de bailar en escenarios desconocidos, de retarnos a nosotros mismos para dejar ir creencias caducas que huelen a polvo y pasado.
Ninguno de nosotros alcanzaremos la auténtica realización personal si no dejamos ir los convencionalismos y las perspectivas limitadas. Todo perfil creativo ha sido capaz de mudar de piel para iniciar un viaje más atrevido donde despertar las más valiosas emociones, hacer uso del optimismo como fuerza catalizadora y permitirse creer en los sueños y en todo aquello que se alza más allá de las fronteras del miedo…
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