Cardio para nadadores.

¿Es positivo para los nadadores hacer cardio fuera de la piscina?

La resistencia cardiovascular es un factor predeterminante en un deporte como la natación. Por este motivo, los nadadores profesionales, así como también los aficionados, realizan sesiones de cardio fuera de la piscina para mejorar su condición física y rendir más en las competencias.

Básicamente, un organismo con resistencia cardiovascular es aquel capaz de sostener una actividad física de intensidad media o alta durante un tiempo prolongado. En el caso de la natación, esto depende en gran medida de la duración de la prueba seleccionada, así como también del estilo, ya que algunos son más demandantes que otros.

¿Por qué es bueno hacer cardio fuera de la piscina?

Trabajar esta capacidad del cuerpo es posible mediante el entrenamiento conocido como cardio. Entre sus beneficios, podemos destacar que mejora considerablemente la eficiencia del corazón, lo que se traduce en sangre más oxigenada y que fluye hacia todo el cuerpo en condiciones óptimas.

Por otro lado, el ejercicio aeróbico es bueno para quemar la grasa sobrante. Se trata de un aspecto también muy relevante para los nadadores, ya que de este modo el ‘lastre’ que deberán transportar en el agua será menor y, como consecuencia, podrán aprovechar mejor su fuerza y potencia muscular. Del mismo modo, se retrasa la aparición de la fatiga.

Además, es necesario aclarar también que ejercitar la resistencia cardiovascular tiene efectos positivos en la regulación de la tensión arterial, ayuda a reducir el colesterol malo y potencia las defensas del sistema inmunitario. Asimismo, incide de manera positiva en la prevención de la diabetes y en el fortalecimiento de huesos y músculos.

Saltar la comba es una buena manera de hacer cardio fuera de la piscina.

Beneficios de estos ejercicios para los nadadores

Teniendo en cuenta que la natación es una disciplina aeróbica por excelencia, resulta normal que surja la siguiente duda: ¿No bastaría solo con intensificar el esfuerzo en la piscina para mejorar la resistencia cardiovascular?

Si bien este es un camino posible, no es la mejor alternativa por diversas razones. En primer lugar, hacer cardio fuera de la piscina representa una oportunidad para desarrollar grupos musculares complementarios en este deporte; por ejemplo, al saltar la comba, fortalecemos los gemelos, un grupo muscular no tan usado al nadar.

Además de esto, también es conveniente tener en cuenta que el cuerpo se adapta a los estímulos que realizamos con mayor frecuencia. Por lo tanto, si en lugar de nadar todos los días incluimos también ejercicios como correr o hacer bicicleta, aportaremos nuevos retos que llevarán los límites un poco más allá.

Podríamos enumerar incluso otro factor, que tiene que ver con el plano mental. A veces, sobre todo cuando se llevan varios meses entrenando en el agua, plantearse nuevos retos (como recorrer ‘X’ cantidad de kilómetros en cierto tiempo) renueva las energías y la motivación del deportista para seguir mejorando.

¿Cuál es la intensidad apropiada para hacer cardio fuera de la piscina?

Este es un tema sobre el que hay poner el énfasis adecuado; además de ser motivo de equivocación común para muchos deportistas, representa una razón más que fundamentada por la que es indispensable contar con un entrenador personal que supervise el progreso.

A través de la medición de la frecuencia cardíaca al momento de entrenar, así como también en reposo antes y después del ejercicio, lo ideal es encontrar un rango de esfuerzo que oscile entre el 60 % y el 80 % de la capacidad máxima.

Es importante señalar que, si entrenamos con una exigencia menor, el esfuerzo no producirá los efectos deseados. Por el contrario, si sobrexigimos el cuerpo, estaríamos trabajando la capacidad anaeróbica, además de que podríamos generar lesiones que interrumpan totalmente el programa de entrenamiento.

La recomendación es trazar una planificación semanal con la ayuda de un profesional que contemple el estado actual de la condición física del nadador y los objetivos a corto, mediano y largo plazo.

El entrenamiento de un nadador debe incluir trabajos cardiovasculares.
Imagen: Eres Deportista.

Ejemplos de ejercicios aeróbicos para nadadores

Al momento de hacer cardio fuera de la piscina, un nadador puede escoger entre muchísimas opciones. Lo bueno es que todas son diferentes, por lo que permiten satisfacer los gustos y las necesidades de todas las personas:

  • Running
  • Bicicleta (fija, de carretera o montaña)
  • Aeróbic
  • Boxeo
  • Trabajos intermitentes (carreras, saltos, etc.)
  • Saltar la comba
  • Cinta de correr
  • Elíptica
  • Máquina de remo

En definitiva, se trata de un ejercicio no solamente muy recomendable, sino también muy positivo para el organismo. El nadador que se preocupe por mejorar su estado físico fuera del agua sin dudas notará el progreso al nadar. El cardio fuera de la piscina es indispensable para un plan de entrenamiento completo.

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