El crecimiento o desarrollo personal es fundamental para alcanzar la felicidad y la satisfacción plena. Es decir, resulta imprescindible para lograr el bienestar en diversos aspectos de la vida, tanto a nivel familiar como social, laboral, personal, etc.
Para ello, hay que trabajar durante años, dedicando mucho tiempo y esfuerzo a la reflexión sobre las propias fortalezas y debilidades y a la transformación personal, intentando cada día ser la mejor versión de uno mismo.
Todo este proceso implica hacer un gran ejercicio de introspección, centrándose en diferentes dimensiones afectivas y cognitivas que determinan los propios pensamientos y comportamientos.
Uno puede optar por volver a la seguridad o avanzar hacia el crecimiento. El crecimiento debe ser elegido una y otra vez; el miedo debe superarse una y otra vez.
-Abraham Maslow-
¿Qué implica el desarrollo personal?
Según el autor Darío Brito Challa, el desarrollo personal se puede definir como «una experiencia de interacción individual y grupal, a través de la cual los sujetos que participan en ella desarrollan y optimizan habilidades y destrezas para la comunicación abierta y directa, las relaciones interpersonales y la toma de decisiones».
Por tanto, el desarrollo personal no pretende únicamente la mejora individual, sino que también afecta de forma positiva en el entorno en el que uno se relaciona. Pero, ¿qué implica exactamente? ¿Qué aspectos habría que trabajar para potenciar las propias fortalezas y superarse a uno mismo? ¡Descúbrelo a continuación!
Aspectos esenciales que se deben trabajar
El desarrollo personal implica un largo proceso en el que hay que trabajar el autoconocimiento, la autoestima, el autoconcepto y la autoeficacia. A continuación, vamos a ver a qué nos referimos con cada uno de estos términos, los cuales están estrechamente relacionados entre sí.
1. El autoconocimiento
Es la reflexión que se hace sobre las propias capacidades y características personales. Es la forma de identificar cuáles son las fortalezas y las debilidades que uno tiene. Existen tres dimensiones que definen el autoconocimiento:
- Cognitiva.
- Descriptiva.
- Valorativa.
En función de la utilización de dichas dimensiones, se especifica el autoconcepto y la autoestima de una persona. Para trabajar el autoconocimiento hay que responder a la pregunta ‘¿cómo soy?’
2. La autoestima
La autoestima es la valoración o percepción subjetiva que uno tiene de sí mismo, tanto en el plano social como en el personal. De modo que uno se comporta y muestra unas actitudes determinada en consecuencia a la opinión que ha formado sobre sí mismo. Para trabajar la autoestima hay que responder a la pregunta ‘¿cómo me siento?’
3. El autoconcepto
Hace referencia al conjunto de rasgos, atributos, pensamientos, habilidades y valores que se emplean para definirse como un individuo independiente y diferente a los demás. Esta percepción de las propias características físicas, cognitivas, sociales, afectivas, etc..
El autoconcepto es lo que hace que uno cree una imagen e identidad propia. Para trabajarlo hay que responder a la pregunta ‘¿qué pienso sobre mí?’
4. Autoeficacia
La autoeficacia está muy relacionada con la confianza en las propias capacidades y cualidades para desempeñar una tarea. Es la idea o las expectativas que uno tiene sobre las posibilidades de lograr el éxito con respecto a una actividad. Para trabajarla hay que responder a la pregunta ‘¿cómo actúo o me comporto?’
Estos cuatro aspectos son los que determinan el desarrollo personal. Comienza a reflexionar sobre el conocimiento y el concepto que tienes de ti mismo y cuál es tu nivel de autoestima y de autoeficacia. De esta manera empezarás correctamente tu camino hacia el desarrollo y crecimiento personal.
El crecimiento personal es un gran ahorro de tiempo. Cuanto mejor te vuelves, menos tiempo te lleva alcanzar tus objetivos.
-Brian Tracy-
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