El pensamiento lateral nos permite hallar las soluciones más creativas e innovadoras a los problemas de la vida. Es ese enfoque a veces arriesgado, fuera de lo común y altamente original que nos ayudará a destacar entre el resto y a su vez, alcanzar la excelencia. Ahora bien ¿necesitamos tener talento creativo para disponer de esta competencia tan interesante?
Edward de Bono, prolífico escritor y psicólogo de Oxford, fue quien acuñó el termino pensamiento lateral a mediados del siglo XX. Algo que tenía muy claro es que la creatividad podría entrenarse y como tal, no dudó en diseñar diversos programas, técnicas y estrategias para permitir que las personas desarrollaran al máximo esta herramienta, esta dimensión tan importante.
Hay personas sin duda con un talento natural para crear ideas innovadoras, sin embargo, este tipo de procesos vienen condicionados además por otros factores que pueden o bien limitarlos o potenciarlos. Nuestras emociones, el estrés, el entorno, la autoestima o la ansiedad pueden ser elementos limitantes a la hora de alzarnos como personas creativas y originales.
El pensamiento lateral, aunque nos parezca extraño, requiere de unas dosis de atrevimiento. De dar el paso a «pensar diferente» a ver los ojos desde otras perspectivas y permitirnos «desaprender» para aprender de nuevo de un modo más libre, original, significativo y eficaz. Para lograrlo, nada mejor que formarnos en cursos como el de Ismael Cala sobre desarrollo personal.
«No tienes que ser inteligente, pero yo creo que tienes que ser abierto a las posibilidades y estar dispuesto a explorar. La única gente estúpida es aquella que es arrogante y cerrada»
-Edward de Bono-
Pensamiento lateral, el sencillo arte de pensar diferente
- «Acertijo ⇒ Hay 6 huevos en una canasta de mimbre y seis personas se los reparten entre ellas. ¿Cómo es que al final sigue quedando un huevo en la canasta?» Respuesta ⇔ Una de las personas también se queda con la canasta.
Este dilema o ejercicio de reflexión nos demuestra que a veces, las cosas más sencillas exigen de una elevada creatividad. Ello hace que a menudo, se diga que los niños son sin duda ese sector de la población que más desarrollado tiene su pensamiento lateral. Porque emiten respuestas fuera de lo común, sencillas pero siempre inesperadas y originales.
A medida que nos hacemos mayores perdemos ese impulso creativo, ese atrevimiento y ese desafío a la hora de razonar. Tendemos más al pensamiento lógico y menos al pensamiento divergente, a ese basado en la curiosidad y en el inconformismo. Veamos por tanto qué estrategias deberíamos practicar para potenciar un poco más este enfoque tan útil y necesario.
Ejercicios de sinéctica
“Sinéctica” es un término que popularizo psicólogo William J. J. Gordon. Consiste en algo tan original como divertido: establecer relaciones entre conceptos, objetos e ideas que por sí mismo no tienen mucha relación. Por ejemplo:
- ¿En qué se parece un abeto y un estrella de mar?
- ¿Qué historia podría contar teniendo como protagonistas a Benjamin Franklin y a Marilyn Monroe?
La mirada inconformista
Para potenciar el pensamiento lateral debemos ser inconformistas. ¿Qué significa esto? Básicamente que debemos atrevernos a no quedarnos siempre con la primera opción, con aquello que nos dicen, con aquello que leemos, con eso que todos defienden y la mayoría acaba asumiendo.
No se trata de se desarrollar desconfianza hacia lo que nos envuelve, sino una mirada más crítica que es capaz de reunir más información para constrastarla y obtener su «propia verdad».
Una mente conectada y curiosa
Las mentes libres son mentes curiosas. Son personas receptivas a todo lo que les envuelve sin poner barreras, sin añadir prejuicios, sin colocar las mismas etiquetas que suele inventar la propia sociedad.
- Los hombres y mujeres con pensamiento lateral o divergente son por encima de todo personas curiosas que disfrutan escuchando, observando, interaccionando y atendiendo lo que les rodea con positividad.
- Adoran los desafíos, los juegos y establecer relaciones entre conceptos. Son personalidades que se han atrevido a dejar a un lado los condicionamientos para reinventarse a sí mismos de manera más acorde a sus necesidades.
Para concluir. Es necesario que recordemos una vez más que estas habilidades, como todo dentro del desarrollo personal, puede entrenarse. Requiere eso sí de tiempo y voluntad. Personas como Ismael Cala, esas que han sido capaces de dejar a un lado un estilo de vida para saltar a otro que más se ajusta a sus necesidades, sueños y propósitos, son el tipo de personas que más pueden inspirarnos para lograr este fin.
El pensamiento lateral, lo queramos o no, nos ayudará a ser más libres, a sentirnos más seguros para alcanzar propósitos al pensar de manera diferente, atrevida y siempre en armonía con el propio corazón. Demos el paso, abramos la puerta hacia este tipo habilidad.
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