¿Qué significa tener ansiedad?

¿Qué significa tener ansiedad?

La ansiedad es un trastorno muy frecuente en la población. De hecho, la OMS estima que entre el 5 y el 10 % de la población mundial sufre ansiedad. Las mujeres son más propensas a padecerla. Pero ¿qué significa tener ansiedad?

Tener ansiedad va mucho más allá de sentirse nervioso o fatigado. Es un estado de hiperactivación del cuerpo (con múltiples síntomas físicos) que conlleva, además, síntomas de tipo cognitivo (pensamientos irracionales, por ejemplo) y síntomas conductuales (evitación, escape, lucha…).

Cuando una persona sufre este estado o trastorno, y dependiendo del grado, puede ver cómo todos los ámbitos de su vida se ven afectados por ello. Se trata de un trastorno en el que realmente se sufre mucho aunque, por suerte, puede tratarse con la ayuda profesional adecuada.

¿Qué significa tener ansiedad?

Ansiedad por miedo al rechazo.

La ansiedad es un estado de hiperactivación fisiológica que conlleva diferentes tipos de síntomas. Aunque este tipo de síntomas pueden variar mucho de una persona a otra (además, existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad), generalmente las personas con ansiedad presentan tres tipos de síntomas:

  • Cognitivos:  pensamientos negativos recurrentes, especialmente enfocados al futuro.
  • Fisiológicos: mareos, vértigos, náuseas, vómitos, presión/dolor en el pecho, sudoración…
  • Conductuales: respuestas de escape o evitación.

El triple sistema de respuestas de Lang

En relación a lo último comentado, la ansiedad puede dividirse en tres componentes o sistemas de respuestas, ya que no se trata de un fenómeno unitario. El modelo tripartito de las emociones al que hacemos referencia con esto es el del psicólogo Peter Lang (1968), denominado Triple sistema de respuestas. 

A través de su modelo, Lang hace referencia a tres sistemas de respuesta que se activarían en las personas que sufren este trastorno:

Sistema subjetivo-cognitivo (verbal-cognitivo)

En este sistema, se incluyen todos aquellos aspectos relacionados con la experiencia interna de ansiedad. Así, una persona, a nivel subjetivo, puede sentir miedo, pánico, sensación de «alarma», inquietud, etc. También puede tener preocupaciones varias, además de manifestar una aprensión ansiosa (el llamado «miedo al miedo»), ideas obsesivas, intrusiones, etc.

Sistema fisiológico-somático

Por otro lado, el sistema fisiológico-somático incluye los síntomas físicos de este trastorno que suelen ser los más conocidos. Son todos aquellos aspectos de activación del sistema nervioso autónomo, tanto en cambios externos (por ejemplo: sudoración, temblor, dilatación pupilar) como internos (taquicardia, aumento de la presión arterial, disminución de la salivación, aumento del ritmo respiratorio…).

Algunas de las respuestas que manifiesta la persona con ansiedad aquí pueden ser controladas por ella misma, mientras que otras son de tipo involuntario (o muy difíciles de controlar). Además, la percepción que tiene la persona de todas estas respuestas influye en el aumento de este estado subjetivo tan desadaptativo.

Sistema de respuesta motor-conductual

Finalmente, este sistema incluye todas aquellas respuestas observables en la conducta de la persona, como serían:

  • Expresión de la cara.
  • Posturas corporales.
  • Movimientos.

Básicamente, la persona con este trastorno manifestará dos tipos de comportamientos: de huida/escape o de evitación. A veces, incluso, puede atacar o responder (aunque no es lo más común).

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La ansiedad: diferentes grados y trastornos

La ansiedad puede sufrirse en diferentes grados. Hay personas que solo manifiestan síntomas físicos y otras, síntomas físicos y cognitivos, por ejemplo. Por otro lado, debemos diferenciar el hecho de padecer ansiedad (en general) del hecho de padecer realmente un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad incluyen:

  • Fobias específicas (por ejemplo: fobia a los aviones).
  • Fobia social.
  • Trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
  • Trastorno de pánico.
  • Agorafobia.

Además, hay trastornos más graves que otros y los síntomas de cada uno de ellos (su frecuencia, tipología, etc.) también influyen en su repercusión. Por otro lado, hemos visto cómo los tres sistemas de respuesta propuestos por Lang definen muy bien todo aquello que siente una persona que padece ansiedad.

Lógicamente, los niveles en cada uno de estos sistemas pueden variar mucho; además, una persona puede presentar síntomas de un sistema y no de otros, por ejemplo. Es lo que Lang denominó un fraccionamiento de la respuesta de ansiedad (o disociación de los sistemas).

Tratamiento psicológico de la ansiedad

La ansiedad puede combatirse con la ayuda profesional adecuada. Dejando a un lado la vertiente médica (en psiquiatría se suelen recetar ansiolíticos, que son fármacos que reducen los niveles de activación del sujeto), desde la psicología existen diferentes opciones terapéuticas. Las más utilizadas son:

  • Terapia cognitiva: especialmente enfocada a tratar los pensamientos negativos, irracionales o disfuncionales asociados a la ansiedad o a algún estímulo en cuestión.
  • Técnicas de relajación: enfocadas a reducir los niveles de activación de la persona.
  • Técnicas de respiración: similares a las anteriores, aumentan la sensación de calma y tranquilidad.
  • Meditación y mindfulness: ideales para dejar de «atascarse» en pensamientos rumiativos y para llegar a estados de calma y bienestar.
  • Otros: realizar ejercicio físico regular y seguir unos hábitos de vida saludables (dormir bien, tener horarios regulares, comer de forma equilibrada, etc.) también son dos estrategias altamente efectivas para combatir la ansiedad.

Por otro lado, es importante hacer hincapié en el hecho de que, más allá de la ansiedad en general, cada trastorno específico de ansiedad requerirá de un abordaje terapéutico concreto.

«Calma, solo respira, siente tu presente y suelta lo que te preocupa; sin control, todo se acomoda mejor».

-Anónimo-

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