¿Qué es la fatiga de decisión y cómo evitarla?

¿Qué es la fatiga de decisión y cómo evitarla?

No es raro que, a lo largo del día, haya que hacer frente a multitud de decisiones, algunas más importantes y difíciles de tomar que otras. Sin embargo, todas ellas requieren de un cierto esfuerzo mental. Ante estas situaciones, muchas personas llegan a sentir verdadero cansancio e, incluso, altos niveles de estrés. A este fenómeno se le conoce con el nombre de fatiga de decisión.

¿Quieres conocer más en profundidad en qué consiste dicho problema y cómo poder evitarlo? Presta atención a lo que te contamos en las siguientes líneas.

“La capacidad de tomar decisiones es una característica de los hombres y mujeres de alto rendimiento. Casi cualquier decisión es mejor que no tomar ninguna decisión en absoluto”.

-Brian Tracy-

¿Qué es la fatiga de decisión?

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La fatiga de decisión es un término acuñado por el psicólogo social Roy F. Baumeister que hace referencia al agotamiento y al cansancio que se puede llegar a experimentar tras haber tenido que tomar muchas decisiones en un periodo determinado de tiempo.

Así, la capacidad de toma de decisiones se ve significativa y negativamente afectada, lo cual también repercute en la calidad de las mismas, siendo más probable cometer errores y tomar malas decisiones al final del día.

Este hecho es el resultado de la sobrecarga de información que supone analizar las diferentes y variadas opciones disponibles a la hora de decidir algo, teniendo que escoger únicamente una de las alternativas.

Esto, además, conlleva cierta responsabilidad, pues uno debe asumir las consecuencias sobre sus propias decisiones. De manera, que la frustración, el estrés y la disminución de la energía física y cognitiva pueden aparecer con facilidad tras haber pasado una jornada en la que se han tenido que abordar un gran número de problemas y tomar multitud de decisiones.

«Vivir es tomar decisiones y asumir las consecuencias».

-Paulo Coelho-

¿Cómo evitar este problema?

Algunas de las estrategias y consejos que se pueden poner en práctica para tomar buenas decisiones, sin que la fatiga mental llegue a influir en ello, son:

  • Establecer y seguir una rutina diaria, minimizando lo máximo posible la toma de decisiones cotidianas e insignificantes, como a qué hora realizar las diferentes comidas, cuándo irse a dormir, qué ropa ponerse, cuánto tiempo dedicar al descanso, cuándo realizar las tareas del hogar, etc. Cuando todo esto se planea y se organiza previamente, se actúa de forma automática, sin tener que hacer ningún esfuerzo.
  • Dedicar un tiempo por la mañana a pensar en los problemas más importantes que hay que solucionar. Ten en cuenta que es el momento del día en el que uno está más fresco y despejado y, por tanto, puede tomar mejores decisiones.
  • Crear una lista con todas las opciones posibles ante un decisión y hacer un ejercicio de pros y contras, descartando las menos beneficiosas y quedándose con la mejor alternativa.
  • No tomar decisiones estando enfadado, hambriento o cansado.
  • Distanciarse del problema y tomar diferentes puntos de vista.
  • No obsesionarse con la toma de grandes decisiones, es conveniente tener paciencia y dedicar tiempo a analizar la situación detenidamente para, así, evitar actuar de forma impulsiva.

La importancia de evitar la fatiga de decisión

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La fatiga de decisión es muy perjudicial a nivel personal, pero también laboral, ya que este fenómeno hace que el rendimiento y la productividad disminuyan considerablemente a lo largo del día: uno actúa de una forma más automática al final de la jornada, lo que puede llevar a cometer errores garrafales.

Por ello, es importante ser consciente de cómo el cansancio y el agotamiento mental puede afectar en la vida diaria. De esta manera, podrás adquirir las habilidades suficientes para poner fin a este problema.

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