La calidad de vida está estrechamente relacionada con la felicidad, la satisfacción y el bienestar. En los últimos años, dicho concepto se ha popularizado enormemente hasta el punto de que todos soñamos con alcanzar una calidad de vida óptima. Pero ¿sabemos realmente a qué nos estamos refiriendo con esto?
Para conseguir un buen nivel de calidad de vida es necesario conocer los aspectos vitales en los que nos tenemos que centrar y que debemos tratar de mejorar. A continuación, te contamos todo lo que debes saber sobre este tema. ¡Presta mucha atención!
«La calidad de vida es más importante que la vida misma»
-Alexis Carrel-
¿Qué es la calidad de vida?
Desde los años 80 se han formulado múltiples definiciones que intentan explicar el término «calidad de vida». Una de las más completas y ampliamente aceptadas es la que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS):
«La calidad de vida es la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, sus expectativas, sus normas e inquietudes».
Leyendo esta definición nos damos cuenta de que se trata de un concepto muy complejo, que se centra en dos tipos de componentes:
- Un componente subjetivo, ya que depende de la interpretación que hagamos sobre varios aspectos (materiales, físicos, psicológicos, emocionales, sociales, etc.) de la propia vida.
- Un componente objetivo, pues muchos de esos aspectos vitales son evaluados en relación a un momento social y a una cultura determinada.
Aspectos a tener en relación a este concepto
Según el psicólogo colombiano Rubén Ardila, los aspectos objetivos que debemos tener en cuenta para alcanzar una buena calidad de vida son:
- Contar con cierto bienestar material: tener una vivienda digna, estabilidad económica y acceso a todos los servicios básicos, como la alimentación, la higiene, el transporte, etc.
- Establecer relaciones sociales armónicas con el entorno: se trata de interaccionar de forma sana y respetuosa con otras personas, ya sean amigos, familiares, parejas, vecinos, etc., y sentirnos incluido dentro de una comunidad.
- Presentar, objetivamente, buena salud: estar saludable tanto física como mentalmente.
Por otro lado, este mismo autor nos habla de una serie de elementos subjetivos que se consideran fundamentales para disfrutar de calidad de vida:
- Tener la intimidad que deseamos: poder disfrutar de nosotros mismos, del tiempo a solas, pero también poder compartir momentos íntimos con las personas que consideremos.
- Contar con la capacidad para expresar los sentimientos y emociones de forma adecuada a otras personas.
- Tener sensación de seguridad personal.
- Sentirnos productivos y realizados: tener la impresión de hacer algo útil dentro de la sociedad.
- Sentirnos saludables, con energía y vitalidad: considerar que seguimos unos hábitos de vida saludables y que no contamos con ningún tipo de enfermedad.
En definitiva, la calidad de vida supone gozar de un estado de satisfacción general en el que valoramos aquello que tenemos y lo que aún podemos conseguir o mejorar.
Conseguir una buena calidad de vida
Para lograr este objetivo, tenemos que hacer todo lo posible por alcanzar el bienestar en todos o en la mayoría de los aspectos anteriormente comentados aunque sin llegar a obsesionarse con el tema, pues nadie tiene una vida perfecta.
Simplemente, se trata de conseguir estar a gusto con lo que somos y con el entorno en el que nos desarrollamos.
Y tú, ¿estás pensando en mejorar tu calidad de vida? ¡Ya conoces todos los aspectos en los que te debes centrar! ¡Busca tu propia felicidad!
«La calidad de tu vida nunca excederá la calidad de tus pensamientos. Cambia tus pensamientos y cambiarás tu vida».
-James Allen-
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