Posiblemente, el piragüismo no es uno de los deportes más populares en el mundo; sin embargo, eso no quiere decir que no ocurran lesiones en el organismo por practicarlo.
Al igual que en las demás disciplinas deportivas, en el piragüismo se producen diversas lesiones, unas más graves que otras. Esto depende de la clasificación o la zona del cuerpo que se vea afectada.
El piragüismo es un deporte que exige principalmente el tren superior; esto significa que la mayoría de lesiones ocurren en zonas como los brazos, los antebrazos, los hombros y el torso.
Principales lesiones en el piragüismo
Las zonas del cuerpo mencionadas anteriormente son las que poseen más probabilidades para lesionarse. Dichas lesiones aparecen por el esfuerzo que deben hacer los piragüistas, acompañado de mala técnica o sobreuso. Las lesiones principales en este deporte son las siguientes:
Escoliosis
Debido a la ejecución de una mala técnica, la escoliosis (curvatura en la columna vertebral) puede presentarse en los piragüistas. Esta se manifiesta a través de intensos dolores que llegan a ser incapacitantes. Cuando este tipo de lesión se agrava, puede provocar problemas a nivel cerebral y neuromuscular.
Epicondilitis
También conocida como el “codo de tenista”, la epicondilitis produce constante dolor y hormigueo en la zona proximal del antebrazo que limita con la articulación del codo.
Se trata básicamente de la inflamación del epicóndilo, eminencia ósea relativa a la parte externa del codo. Las lesiones como la epicondilitis influyen en la fuerza de los miembros superiores y evitan que los brazos puedan hacer mayor esfuerzo.
Síndrome del túnel carpiano
El hormigueo constante en la zona de la muñeca, especialmente en el pulgar, el índice y el corazón puede señalar la aparición del síndrome de túnel carpiano.
Este tipo de lesiones aparecen por el sobreuso de segmentos musculares relativos al antebrazo y la mano, los cuales causan presión excesiva en el nervio mediano de la zona.
Aparte del hormigueo, la muñeca también presenta constante entumecimiento y debilidad muscular; esta situación imposibilita la realización de movimientos exagerados.
Lesiones en el nervio cubital
Este tipo de lesiones se producen por la presión de la muñeca al realizar el gesto del paleo; esto desemboca en el síndrome del canal de Guyón que consiste en el atrapamiento del nervio cubital. A pesar de no ser una lesión muy común en la cotidianidad, sí es considerada como una de las lesiones principales en el piragüismo.
Al igual que el síndrome de túnel carpiano, este tipo de lesiones manifiestan hormigueo y entumecimiento. Además, imposibilita la flexión cubital de la mano y otros movimientos propios de las falanges.
Otras lesiones ocurridas en el piragüismo
Aunque los miembros superiores son los más afectados al practicar esta disciplina deportiva, otras zonas del cuerpo también pueden manifestar lesiones importantes.
Bursitis isquiática
La zona posterior superior del muslo suele verse afectada por la presión constante, la cual se da debido a la posición que se asume dentro de la embarcación.
Justo en dicho lugar hacen inserción los músculos isquitobiales y la inflamación de la bursa general dicha lesión. Cabe mencionar que la bursa es una bolsa llena de líquido; por ello, su inflamación es denominada bursitis.
Tendinopatías rotulianas
La mayoría de las lesiones en los miembros inferiores de los canoístas se producen gracias a la presión realizada por la posición. En este caso, los tendones relativos a la zona de la rótula también suelen verse afectados. Dichas lesiones provocan la degeneración paulatina de esta región.
Las tendinopatías rotulianas hacen su aparición con dolor permanente en la parte anterior de la rodilla, y dificultan hacer ejercicios específicos o mayores esfuerzos.
¿Es posible evitar las lesiones?
Realizar con regularidad una disciplina deportiva como el piragüismo aumenta las probabilidades de padecer alguna de las lesiones ya mencionadas. Sin embargo, la recomendación para prevenirlas gira en torno al autocuidado del deportista.
Es necesario realizar el calentamiento adecuado a nivel general y específico en las zonas del cuerpo que más deben esforzarse. Por otra parte, la ejecución de la técnica debe ser realizada a consciencia. De dicha manera los sobreesfuerzos o movimientos equivocados no serán un detonante de lesiones tan importantes.
Por último, cualquier rastro de dolor o incomodidad en los grupos musculares debe ser reportado ante un profesional de la materia con el fin de evaluar la situación o determinar si existe alguna de estas lesiones.
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