Labios: tipos y cómo maquillarlos

Al hablar de maquillaje, indudablemente hay dos componentes del rostro que se destacan: los ojos y los labios. Hoy nos dedicaremos a estos últimos. Como cada persona es diferente, queda claro que hay muchos tipos de labios; cada uno de ellos requerirá un tratamiento especial de parte del maquillador.

Es tanta la importancia de los labios en la conformación de un maquillaje que, en muchas ocasiones, son estos los que delimitan el estilo escogido. Por ejemplo, una misma base y el mismo tono de sombras de ojos pueden verse completamente distintos si optamos por un labial rojo intenso o, por el contrario, si utilizamos un color natural con apenas algo de brillo.

Dada esta cualidad, vemos que se trata de un aspecto que merece que nos detengamos específicamente a analizarlo. En ese sentido, conocer qué tipos de labios tenemos —o los que te puedes encontrar, si trabajas de maquilladora— puede ser muy útil. Una vez definido esto, hemos de optar por uno u otro maquillaje para resaltar las facciones convenientes.

Tipos de labios

En líneas generales, lo que se busca con el maquillaje es naturalidad. Esto implica atenuar las imperfecciones o los rasgos que no agradan y destacar aquellos que sí suman a la imagen.

Para lograrlo, es necesaria una primera fase de observación e identificación. En este caso, debemos evaluar cuál de los siguientes tipos de labios es el nuestro:

  • Gruesos: Su grosor es considerable y supera al de los considerados ‘estándar’.
  • Finos: En este caso, puede que ambos labios tengan este rasgo o, en cambio, que sea el superior o el inferior el fino; el otro, con mayor frecuencia, el de arriba es más fino, mientras que el de abajo tiene un grosor ‘normal’.
  • Ovales: Pueden ser anchos o finos, pero se caracterizan porque la comisura no está bien definida.
  • Puntiagudos: Estos se destacan por sus comisuras marcas y sus bordes bien contorneados.

Maquillaje de labios según su forma

En primer lugar, antes de comenzar con el maquillaje, recuerda que hay ciertos trucos que pueden llevarte a conseguir mejores resultados. Por ejemplo, puedes aplicar un exfoliante, hidratante y un corrector antes de maquillarte para trabajar sobre una piel más suave y lisa.

También es aconsejable probar con algo de base de maquillaje difuminada con una esponja; servirá para que el labial dure más tiempo. Luego, sí, podrás seguir las recomendaciones que aquí comentamos.

Labios gruesos

Como podrás imaginarte, lo que buscaremos aquí es restar volumen. Para ello, se recomienda perfilar los labios un milímetro por debajo de su borde con un color más oscuro que el de la piel. De este modo, lograremos un efecto de reducción muy conveniente.

En cuanto a los colores, suele ocurrir que los tonos claros, los crema y los brillosos añaden volumen; por lo tanto, es mejor evitarlos. Lo bueno de los labios gruesos es que, tratados correctamente, son muy seductores y otorgan mucho estilo a su portadora.

Labios finos

En esta oportunidad, ocurre precisamente lo opuesto. Algunos recomiendan intentar perfilarlos un poco por encima de su borde, de modo que se dé la sensación de mayor superficie. No obstante, esto a veces se percibe como poco natural, por lo que muchas mujeres se inclinan por otras opciones.

Una muy efectiva es el perfilado con un color natural o rosado; también es bueno usar el mismo del labial. Aquí, en vez de dar un efecto visual de mayor tamaño, se potencia el volumen. Esto se traduce en una boca mucho más llamativa y atractiva.

Sobre los colores, toman mayor preponderancia los colores vivos, así como también es bueno aplicar algo de gloss. Por el contrario, los colores oscuros tienden a afinar los labios, por lo que no son sugeribles.

Labios asimétricos

¿Qué se debe hacer cuando la forma de ambos labios difiere? Nuevamente, la clave es el delineado: se deben usar las técnicas que comentamos antes en el labio que hiciera falta.

Así, para el labio grueso delinearemos por dentro y con trazo grueso, mientras que para el fino (generalmente, el superior) recurriremos a un delineado fino, por fuera de la línea del labio.

Labios ovales

Para estos, nuestra misión será delimitar la comisura. En este caso, un delineado normal será suficiente, ya que cumpliremos con el requisito de delimitar la forma adecuada en las zonas en las que haga falta.

Labios puntiagudos

Si tienes labios puntiagudos, lo que tendrás que hacer es dotarlos de redondez en los lugares donde haga falta. Con el delineador, o también con el perfilador o el labial mismo, delimita las esquinas más redondeadas y rellena espacios si es necesario. Verás que lograrás corregir el problema de manera sencilla.

En definitiva, el del maquillaje es un mundo tan amplio que abarca a las miles de posibilidades que un rostro puede presentar, incluyendo los labios. No esperes más: observa los tuyos y comienza a practicar estas técnicas. ¿Consigues mejores resultados que los logrados hasta ahora?

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