Bruce Leee dando el golpe de una pulgada

La guitarra y el ‘golpe de una pulgada’ de Bruce Lee

Os preguntaréis qué tienen que ver las artes marciales con la guitarra, ¿verdad? Tranquilos, no os vamos a poner un vídeo del mítico Bruce Lee rompiendo una guitarra ni nada parecido. Queremos mostraros cuánto pueden parecerse los aspectos físicos y neuromotores de los movimientos de los dedos de un guitarrista y los de un artista marcial. Para ello, comparamos los movimientos de la guitarra con los del ‘golpe de una pulgada’ de Bruce Lee

Un golpe demoledor a una distancia mínima

Se podría decir que Bruce Lee cultivaba tanto su cuerpo como su mente, de hecho, estudió filosofía en la universidad de Washington. Desarrolló su propio método de lucha, el Jeet Kune Do, y una de sus más famosas técnicas era la del golpe de una pulgada. Se llamó así porque era, aproximadamente, la distancia a la que se efectuaba el golpe.

En los vídeos se puede ver cómo Lee se coloca con las piernas ligeramente flexionadas y extiende el brazo con la mano extendida rozando a su oponente con las puntas de los dedos. Desde esta posición, y sin retroceder ni contraer el brazo, era capaz de propinar un golpe de una gran potencia.

Ciencia y artes marciales

Conexiones neuronales

Es tal la repercusión de las técnicas de Bruce Lee que incluso los científicos se han embarcado en descubrir si tenían algún fundamento o eran simplemente un truco. La investigadora Jessica Rose, de la Universidad de Standford, ha publicado un estudio en el que explica la técnica de Lee.

De acuerdo con sus investigaciones, la efectividad de un golpe como este radica en el control mental que tenía sobre sus músculos, más que en la fuerza de los mismos. A una distancia tan corta no es posible efectuar un gran golpe solo con los músculos del brazo. El luchador ha de utilizar otros grupos musculares más grandes como las piernas, torso, etc.

Según el análisis de Rose, el golpe comienza en los pies, siguiendo por las piernas, cadera, torso y, finalmente el brazo, como una especie de látigo. Se podría decir que es una secuencia en la que están implicados muchos grupos musculares. Pero la dificultad reside en el tiempo en el que esa secuencia se desarrolla, estamos hablando de centésimas de segundo.

Ed Roberts, neurocientífico del Imperial College London estudió el comportamiento del cerebro de varios luchadores de artes marciales. Descubrió que la materia blanca del cerebro jugaba un papel muy importante en sus movimientos. De hecho, descubrió que la práctica continuada de estas técnicas producía un mayor desarrollo de la materia blanca y mejores conexiones cerebrales.

La guitarra y el golpe de una pulgada de Bruce Lee

Guitarrista ejecutando el golpe de una pulgada

Veamos ahora cuál es la relación de todo esto con nuestro instrumento. No hace falta decir que para tocar un instrumento como la guitarra debemos desarrollar una gran destreza. El guitarrista realiza cientos de movimientos con las dos manos durante una pieza que puede durar unos minutos.

Durante su formación, el guitarrista trabaja la independencia de los dedos, la precisión en la ejecución, etc. Al igual que en las artes marciales esto provoca el desarrollo de la materia blanca del cerebro.

Pero además, hay técnicas que aparte de velocidad, necesitan una cantidad extra de fuerza, como los ligados ascendentes o la pulsación de la mano derecha. Precisamente, los ligados ascendentes son el ejemplo que mejor ilustra la premisa de nuestro artículo.

El ligado ascendente: un ‘golpe’ a escasa distancia

En un ligado ascendente el guitarrista debe golpear la cuerda con la punta del dedo de la mano izquierda. Se trata de provocar la vibración de la cuerda sin que los dedos de la mano derecha actúen.

Un guitarrista inexperto separa la punta del dedo todo lo que puede para tratar de dotar al movimiento de mayor velocidad. Sin embargo, un guitarrista experimentado realiza el golpe colocando la punta del dedo a escasos milímetros de la cuerda.

Para que nos entendamos, el primer caso sería el de un luchador fuerte, pero torpe, que lanza el puño desde detrás de su cabeza. El segundo sería el del golpe de una pulgada de Bruce Lee. En el primer caso podemos lograr una gran fuerza, pero la precisión es escasa. En el segundo, y con el debido entrenamiento, podemos conseguir la fuerza suficiente con una precisión muy grande.

Al realizar este tipo de movimientos, tenemos que concentrar toda la fuerza en la punta de los dedos. Nos puede ayudar pensar que el antebrazo, junto con la mano y los dedos, es una especie de látigo y que la fuerza no proviene exclusivamente del dedo, sino que baja por el. En el fondo, es una cuestión de aceleración, tenemos que conseguir que el dedo adquiera una gran velocidad en una distancia mínima.

Cazando moscas

Ejercicio de guitarra

No, no vamos a pediros que cacéis moscas con palillos al estilo Karate Kid. Lo que os vamos a proponer es un ejercicio sencillo para tratar de interiorizar este tipo de movimiento.

Esperamos a que uno de estos molestos insectos se pose por ejemplo en nuestro muslo u otra parte accesible para nuestra mano. Acercamos lentamente la mano hacia el insecto sin que se espante. Cuando estemos a una distancia aproximada de unos 5 centímetros dejamos quieta la mano.

En este punto es donde tenemos que imaginar una especie de ‘calambre’ recorriendo nuestro brazo, como un ‘latigazo’ que desemboque en una gran aceleración de la mano para noquear a la mosca. Ánimo, si lo conseguís estaréis en el buen camino.

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