¿Es bueno enseñar natación en los colegios?

Son muchas las instituciones educativas de todo el mundo que incluyen no solo la actividad física, sino también la natación en su plan de estudios. A continuación, proponemos analizar qué dicen los profesionales y expertos sobre los beneficios de enseñar natación en los colegios.

Francia, el Reino Unido y Bélgica son algunos países europeos que poseen una importante organización para la enseñanza de este deporte en las escuelas. En Oceanía, Australia lo instauró como deporte obligatorio en todos los estados y algo parecido ocurre también en ciertos países de América.

Lo cierto es que cada vez más profesionales avalan las bondades de este deporte, sobre las cuales hemos profundizado en otros artículos. Hoy veremos los argumentos de quienes sostienen que la natación debería formar parte del currículo escolar.

¿Por qué es bueno dar natación en los colegios?

Clase de natación para niños.

Diversas publicaciones llevadas a cabo por expertos [1] dan cuenta de los objetivos de la enseñanza de la natación en las escuelas que se proponían en diferentes países del mundo. Estos son algunos de los enumerados:

  • Promover un desarrollo físico y psíquico saludable.
  • Estimular una buena composición corporal.
  • Lograr autonomía dentro del medio acuático.
  • Generar un ambiente de diversión y cooperación entre los estudiantes.
  • Promover la práctica de la actividad física en el tiempo libre.
  • Fomentar la paridad de género, ya que no es un deporte enmarcado en ningún prototipo de género.

Para Albarracín Pérez y Moreno Murcia, autores del artículo citado, la natación es una disciplina con un enorme potencial para el desarrollo del movimientos y las aptitudes integrales de los niños.

Otros beneficios de la natación para los niños

Por otro lado, otras publicaciones académicas remarcan que los alumnos en los que se evaluaron las consecuencias de la práctica de natación en las escuelas demostraron también mayor autonomía para otras tareas, como vestirse o preparar su mochila.

Además, se afirma también que estos niños aprendieron y adoptaron hábitos saludables e incorporaron nuevas normas, conocieron su valor y la importancia de cumplirlas. Finalmente, también su relación con el entorno se vio favorecida gracias a los gestos de colaboración y solidaridad habituales en las actividades físicas escolares.

El proceso de enseñar natación en los colegios

Niña buceando.

Por supuesto, queda claro que este proceso de enseñanza debe quedar no solo en manos de un profesor de educación física, sino que también este debe contar con los conocimientos necesarios para transmitir esta habilidad específica.

El acondicionamiento y la aceptación del medio acuático es, como indica la propia FINA en su manual Swimming For All, la base de todo el proceso. En este momento, el componente lúdico, junto con la seguridad transmitida al niño y los elementos de seguridad, son fundamentales.

Posteriormente, llega el momento del aprendizaje postural. Esto implica cambiar la bipedestación clásica del medio terrestre por la horizontalidad que se adquiere al acostarse en el agua.

Más adelante llega el aprendizaje de la flotación, un aspecto central para dominar la destreza de la natación. Existen ejercicios prácticos, seguros y grupales para conocer poco a poco la flotación ventral y la dorsal.

Finalmente, es el momento de aprender una técnica específica. Generalmente, se comienza por el crol, que es el estilo más natural y fácil de adquirir. Se pueden realizar en esta instancia trabajos de movimientos aislados, para luego avanzar progresivamente hacia la coordinación de todos ellos, a los que se suma también la técnica de respiración.

Conclusión sobre enseñar natación en las escuelas

El miedo al agua puede ser un verdadero obstáculo para un niño al aprender a nadar.

Desde luego, no se trata de una propuesta que no tenga detractores. Más allá de que las estadísticas indican que gran parte de los ahogamientos de niños se producen en el propio hogar, parece lógico que los padres teman por la seguridad de sus hijos.

Más allá de que están bajo la supervisión de profesionales que se dedican a ello, la posibilidad de un accidente siempre está latente y es la principal preocupación de quienes no están convencidos de que esta actividad sea apropiada para el entorno escolar.

Además, otro aspecto innegable es que, a diferencia de una academia de natación o un club, en la escuela los padres no pueden escoger quién queda a cargo de sus hijos. Esto, indican muchas personas, es un tema importante cuando se trata de una responsabilidad tan grande.

Por eso, la comunicación entre directivos, docentes y padres debe ser directa y fluida. De este modo, ambas partes pueden evacuar sus dudas y trabajar en conjunto para el bienestar y el desarrollo de los niños. La natación bien usada es un recurso invaluable para muchos, aunque conlleve sus riesgos.

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